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"La cerveza es la muestra de que Dios nos ama y quiere que seamos felices".

lunes, 10 de marzo de 2014

Hoy casi lloro, pero al final no...

Hola queridos todos.

Hoy me ha pasado algo que no debería ver nadie con mi pasión: Me han pedido que les abra unas botellas en la tienda... ¡PARA TIRARLAS A LA PICA!

Tranquilos, todo tiene una explicación simple: Un coleccionista de tapón corona, un señor de Ibiza, que acaba de volver de una convención de coleccionistas en Alemania, ha pasado a comprarse algunas cervecitas catalanas, por aquello de los tapones personalizados. Después de charlas un rato, cogerse algunas y remover la caja de las chapas, me ha pedido que le abriera las cervezas ahí mismo. casi me da un patatús, porque el hombre no tenía intención de bebérselas todas. Solo quería las chapas y el contenido le daba igual.

Comprendo la pasión del coleccionista, pero ellos no comprenden la pasión que tengo por el liquido elemento, y aunque me ha costado un poco, y haciendo caso omiso, se las he abierto, y les he servido a él y a su amigo una a cada uno en copa (pretendían además cometer el sacrilegio de tomarse dos grandes caldos directos de botella... Para mi persona, algo inaudito. Ni que fueran pingajos industriales de la Mahou o la San Miguel...

En fin, que casi lloro porque me he visto obligado a tirar por el sumidero dos botellas. Las otras tres he tenido vista y me las he guardado con otra chapa cerrada a presión y puestas en la nevera. No he llorado, porque las que he tirado (porque han hecho efecto Geiser) no valen una leche, pero las tengo porque me las van pidiendo y las que eran buenas he podido salvar una directamente en copa y las otras tres, ya os lo he dicho...

Ahora mismo, estoy un poco contento. No es un secreto que con el estómago vacío se notan antes los efectos, pero tampoco estoy como para no escribir sin faltar a las normas de la cohesión ortográfica o meterle una patada a la gramática.

En fin, queridos y queridas míos. Me despido con este consejo: Si me queréis hacer daño, tirad por el sumidero a alguna de mis amantes embotelladas, si me queréis hacer feliz, haced lo mismo con una Cruzcampo.

Sed felices y comed maridando correctamente.

Salud y buena semana.

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