Buenas a todos queridos míos.
Los Buenos Días no son para todos, ya que ayer falleció Steve Huxley. Algunos lo conoceréis, otros no. Para los que no, os diré que en vida ha sido inspirador para la gran mayoría de maestros cerveceros. Este personaje emblemático que va a vivir durante muchos años en los corazones de los cerveceros del país, fue capaz de darle la vuelta a la visión de la cerveza desde hace unos 20 años.
Soy una persona sensiblera, pero no me tengo por mentiroso, así que diré que la pena que siento es en gran parte empatía por mis compañeros de profesión. No es que Steve no me cayera bien, es que nunca llegué a conocerlo en persona. Es una lástima, porque ahora solo podré conocer sus historias por boca de otros. Supongo que es mejor que nada.
Lo que más me hiere en este momento no es su muerte (todos morimos algún día), si no el no haber llegado a conocerlo antes. Es de esas cosas que vas dejando por falta de tiempo. "Un día me juntaré con un par de colegas del sector y les pediré que me presenten a este tipo del que tanto hablan" me decía muchas veces. Ya no puedo hacerlo. Ya no hay persona a la que conocer. Solo queda el recuerdo y un largo adiós que nadie quiere pronunciar pero que todos nos vemos forzados a decir en algún momento de la vida.
No quiero escribir tanto como para que parezca que lo conozco, ni quería dejar la oportunidad de despedirme de un Grande de este mundo y que nos ha dejado huérfanos de su magia lupulada y maltosa.
Te deseo lo imposible Mister Huxley: Un nuevo amanecer rodeado de todos los que te querían, los que te admiraban y los que queríamos conocerte. Un nuevo amanecer lleno de cervezas de las que a ti te gustaban, de las buenas. Un amanecer donde todos pudiéramos decirte: "Te echaremos de menos, Maestro, marcha contento hacia el fin de tu ocaso sabiendo que has hecho feliz a tanta gente a través de tu paso por sus vidas".
A Dios le pido se apiade de tu alma inmortal, y que tal vez, solo tal vez, podamos coincidir un día allá arriba.
Descansa, Maestro.
Ven a visitarnos, estamos en
C/Andrade, 2; Barcelona
Y no dejes de visitar nuestra Web
birrabirrae.webs.com
Como dijo Benjamin Franklin:
"La cerveza es la muestra de que Dios nos ama y quiere que seamos felices".
viernes, 30 de octubre de 2015
viernes, 18 de septiembre de 2015
Oda a una hermosa cervecera.
Hola de nuevo queridos míos. Hoy me he puesto tontorrón y como ya sabéis que me gusta escribir, pues me puesto a ello. Hoy es algo más especial: Oda a una hermosa cervecera. Espero que os guste mi verso libre.
Me despido antes de que podáis empezar a leer, porque el poema es lo último que quiero que os quede en las retinas. Sed buenos y ya sabéis qué no habéis de beber... Salud.
Me despido antes de que podáis empezar a leer, porque el poema es lo último que quiero que os quede en las retinas. Sed buenos y ya sabéis qué no habéis de beber... Salud.
Enamora solo con verla ahí tan llena de vida
vibrante y con en carácter de una Bière de Garde
llenando la sala con su risa alegre y fuerte
como de aromas llena la copa un Dry hopping.
Campos de cebada caen de su cabeza dejando
doradas espigas reposando sobre sus hombros.
Su piel de tonos tostados como copos de avena
es fina y sedosa como una buena Ale inglesa.
Sus ojos del color del flor del lúpulo fresco
miran con alegría el mundo de manera singular.
Sus labios suculentos y de color rojo intenso
tienen el aspecto de una dulce lámbica kriek.
Sus pechos llenos como sacos de malta
asoman por sus ropas del color de las Porter.
Bajo su corta falda unas piernas largas y carnosas
sostienen un cuerpo que bien podría ser el de una Trapense.
Todo intento por acercarme a ella fue infructuoso
hasta que la invité a tomar una copa de cerveza.
Me dio las gracias mostrando sus perfectos dientes
más blancos y tan refrescantes a la vista como una witbier.
Tiene un humor ácido y y salado como una Gose
pero su corazón es tan dulce como una Doble abadía.
El amor al igual que las Lager bien elaboradas
tiene su tiempo de guarda a la espera de madurar.
Si no pudiera yo seguir amándola como hasta ahora
sería como beber una IPA de 500 IBUs reales:
sin sentido, muy amargo y muy caro sería el trago
de no tenerla cerca de mí por cuanto mi corazón la anhela.
Eric Carranco.
lunes, 31 de agosto de 2015
Vaciones en Praga
¡Jopelines! (por no decir otra cosa) Se me acabó el descanso... Ya hace días, pero como es lunes me quejo el doble.
Hola a todos queridos míos. Hoy estoy un poco triste, y con sueño de más. Se me han acabado las vacaciones... y el fin de semana. No es que fueran largas, pero eran mías.
En fin. Vuelta al curro como todo el mundo, y vuelta a mis escrituras. La entrada de hoy no es para deciros que estoy cansado, que también. Es para daros la tabarra con mis días por Praga. Sí, señoría, en Praga. La capital de la República Checa. País donde nacieron los conceptos de filtrado de la cerveza y donde nació el estilo mássoso y flojo a la vez que malditamente popular suave y consumido a nivel mundial de todos: Pilsen/ Pilsner/ Pils.
No es que no me gusten las Pils, evidentemente, es que la mayoría de las cervezas que te puedes encontrar en el mercado son eso. Y aunque sea la cuna, no siempre en los orígenes saben mantenerse a la vanguardia.
Igual no me explico bien... Staropramen, Budejoviky, Pilsner Urquell y Krusovice son las cerveceras más consumidas y exportadas de esa república, con lo que las encontramos aquí en la mayoría de grandes superficies, y allí en todos los bares. ¿Queda más claro?
Cuando dije que iba a Praga muchos me dijeron que me iba a poner fino filipino bebiendo. Cuan equivocados estaban. Sí, la cerveza es muy barata. Más que el agua o los refrescos gaseosos, pero es que es normal. Es lo que más se consume y lo que más se produce. Y no se puede decir que sus cervezas sean un producto que pueda llegar a ser caro. Además, a mí me gusta, cuando voy a alguna parte fuera de mi radio habitual de paseo, catar las cervezas de la zona, pero "cohone", si me pones eso, ya no lo quiero. Es como si un belga le diera por querer catar una de nuestras industriales con nombre de forma celeste de cinco puntas y apellido bávaro, producto que ya se encuentran es sus supermercados... Sí, si el personaje en cuestión solo quiere pimplar, lo entiendo, pero yo no soy de esos. Yo me decanto por encontrar algo con encanto, algo único, algo que tenga esencia, y bebérmelo.
Como no encontraba nada de eso, a la hora de comer me tomé una Kozel 11º (11º grado plato no es ni de lejos 11º de alcohol... os lo digo a los que alguna vez habéis ido y habéis catado una de 11º, 12º o 13º y os habéis quedado pillados con la suavidad con la que entran. Dividid entre dos y restad +/- 0,3 y obtendréis aproximadamente una idea del alcohol que lleva esa cerveza. Más o menos... no siempre es tan aproximado como parece, pero por ahí va) Černý con mi plato. Esta rica. Nada espectacular, pero acompaña bien las comidas fuertes de la zona con sus toques a caramelo quemado, fondo de café mu tenue y más cuerpo que las rubias de la zona. Repetí el proceso un par de veces en un par de restaurantes más: comer con Kozel. A falta de algo mejor...
Paseando y dando una vuelta de reconocimiento por la zona del Puente de Carlos IV, vi un par de cosas interesantes... hasta que me fijé mejor y vi que solo en apariencia. Como ir a Madrid y ver una cerveza que no habías visto y descubrir que es la nueva etiqueta de Mahou, o pasear por Amsterdam y ver una botella edición especial de Heineken, para entendernos. La primera cosa fue un Minisupermercado (si es que los términos no se contradicen a sí mismos e implosiona el mundo...).
Hola a todos queridos míos. Hoy estoy un poco triste, y con sueño de más. Se me han acabado las vacaciones... y el fin de semana. No es que fueran largas, pero eran mías.
En fin. Vuelta al curro como todo el mundo, y vuelta a mis escrituras. La entrada de hoy no es para deciros que estoy cansado, que también. Es para daros la tabarra con mis días por Praga. Sí, señoría, en Praga. La capital de la República Checa. País donde nacieron los conceptos de filtrado de la cerveza y donde nació el estilo más
No es que no me gusten las Pils, evidentemente, es que la mayoría de las cervezas que te puedes encontrar en el mercado son eso. Y aunque sea la cuna, no siempre en los orígenes saben mantenerse a la vanguardia.
Igual no me explico bien... Staropramen, Budejoviky, Pilsner Urquell y Krusovice son las cerveceras más consumidas y exportadas de esa república, con lo que las encontramos aquí en la mayoría de grandes superficies, y allí en todos los bares. ¿Queda más claro?
Cuando dije que iba a Praga muchos me dijeron que me iba a poner fino filipino bebiendo. Cuan equivocados estaban. Sí, la cerveza es muy barata. Más que el agua o los refrescos gaseosos, pero es que es normal. Es lo que más se consume y lo que más se produce. Y no se puede decir que sus cervezas sean un producto que pueda llegar a ser caro. Además, a mí me gusta, cuando voy a alguna parte fuera de mi radio habitual de paseo, catar las cervezas de la zona, pero "cohone", si me pones eso, ya no lo quiero. Es como si un belga le diera por querer catar una de nuestras industriales con nombre de forma celeste de cinco puntas y apellido bávaro, producto que ya se encuentran es sus supermercados... Sí, si el personaje en cuestión solo quiere pimplar, lo entiendo, pero yo no soy de esos. Yo me decanto por encontrar algo con encanto, algo único, algo que tenga esencia, y bebérmelo.
Como no encontraba nada de eso, a la hora de comer me tomé una Kozel 11º (11º grado plato no es ni de lejos 11º de alcohol... os lo digo a los que alguna vez habéis ido y habéis catado una de 11º, 12º o 13º y os habéis quedado pillados con la suavidad con la que entran. Dividid entre dos y restad +/- 0,3 y obtendréis aproximadamente una idea del alcohol que lleva esa cerveza. Más o menos... no siempre es tan aproximado como parece, pero por ahí va) Černý con mi plato. Esta rica. Nada espectacular, pero acompaña bien las comidas fuertes de la zona con sus toques a caramelo quemado, fondo de café mu tenue y más cuerpo que las rubias de la zona. Repetí el proceso un par de veces en un par de restaurantes más: comer con Kozel. A falta de algo mejor...
Paseando y dando una vuelta de reconocimiento por la zona del Puente de Carlos IV, vi un par de cosas interesantes... hasta que me fijé mejor y vi que solo en apariencia. Como ir a Madrid y ver una cerveza que no habías visto y descubrir que es la nueva etiqueta de Mahou, o pasear por Amsterdam y ver una botella edición especial de Heineken, para entendernos. La primera cosa fue un Minisupermercado (si es que los términos no se contradicen a sí mismos e implosiona el mundo...).
La segunda, una ¡¡¡TIENDA COMO LA MIA!!! A, no, espera... yo no me dedico a la venta (ni exclusivamente y de casualidad) de industrial local y sidra irlandesa de renombre... Paso.
Me quedé con ganas de más. De algo mejor. No tuvimos que callejear demasiado para llegar de casualidad a un sitio que ofrece seis tipos de cerveza artesana de producción propia. Una minipivovar con restaurante incluido. Una delicia: U Tří růží (Las tres rosas) se llama el lugar.
Es precioso, y como podréis ver, tienen unas curiosas ornamentaciones con cuadros, ilustraciones y murales pintados en la pared. Además de poseer diversos diplomas certificados de concursos. Unos cracks de aúpa.
Por si sentís curiosidad: http://www.u3r.cz/
Mi mujer me prohibió catar las seis, así que me conformé con cuatro por este orden:
-Una Rye Ale como ninguna. Bueno, miento... como la que mi amigo Alex ha estado elaborando para Forn Baltà. Excelente equilibrio entre el amargo suave y los sabores del centeno. Creo que es algo superior dentro de algo no clasificado como "pepino" (pepino son aquellas cervezas con gusto y aromas extremos que te llevan a alucinar pepinillos).
-Una Viena Red (Lager roja) que resultó estar ligeramente contaminada con bacterias. No me importó, eso me reafirmaba que es artesana. Como digo no me importó porque hay dos tipos de artesanos cerveceros: los que han tenido una contaminación y los que la han de tener. No me he muerto.
-Una Černý (Negra Lager checa) de notas frescas y fondo acaramelado. Excelente y mejor que la Kozel, sin duda alguna.
Al lado casi, en la misma calle se encuentra el Beer Museum Praga. Intenté entrar, pero por lo visto el museo es un lugar demasiado pequeño para entrar más de dieciséis personas. Debe tener su encanto, pero como no me dejaron entrar, tampoco me frustré demasiado. Ya me conozco al historia de la cerveza. No creo que me haya perdido nada demasiado importante. Lo único que lamento (aunque viendo el panorama de lo que se bebe por ahí, no demasiado) es no haber catado cuatro cervezas de productores artesanos de República Checa. Claro que viendo los carteles, creo que ya los conozco.
Ni os suplico que vayáis a verlo, ni os digo lo contrario. Si eres curioso, debe ser curioso de ver. Si tienes demasiada información el la cabeza como yo... es un paseo curioso (por lo que se ve desde fuera y por lo que se intuye dado el tamaño) por lo conocido.
Otro día, de hecho era el último, encontramos un restaurante (no me preguntéis dónde) donde además de buena comida, tenían también su propias cervezas. Esta vez opté por una Honey Lager. Suave y fina con un regusto al rato de tragar que daba a entender que sí, que esta hecha con miel. Mostraba ya densidad más elevada de lo habitual en una lager, pero claro, hablamos de una hecha con miel.
Antes de marchar, como última voluntad de alguien que se le acaban los días de descansar fuera de sus fronteras, fuimos a un hipermercado de la Tesco. Ahí había para dar y tomar...
...de Lagers, vamos. En grandes cantidades y ocupando un cuarto de pasillo con cada marca. Lo que se dice variedad... bueno... tenían un pasillo aparte para las sin alcohol. Un Callecuatro, (antes conocidos como Continhente) de aquí, tiene más o menos la misma cantidad de cervezas locales y de importación. Me gustó ver más variedad (incluso Bernard o Klaster que ya las he catado) que por la calle. Pero creo que eso es habitual en cualquier sitio.
No mentiré diciendo que cargué como un cosaco, porque yo no facturo maletas para cuatro días. Ni diré que todo lo que había eran Lagers sin nada especial. Algúna que otra especialidad se podía ver, pero como he dicho, el último día y sin facturar maletas, acompañado por una mujer que no me deja beber como dictan estos viajes (¡Ah, hola cariño! Te quieroooooo... [a ver si cuela y no se enfada...]).
Del resto del viaje, no os hablo porque,
1º- Es mi tiempo libre.
2º- No hay nada interesante en él (hablando de cerveza).
Si eso, me despido no sin antes dejaros una muestra de los carteles que hay por ahí. Sed buenos, y si vais a beber alguna pils, por el amor de Ceres y Gambrinus... que no sea Cruzcampo.
Salud.
Me quedé con ganas de más. De algo mejor. No tuvimos que callejear demasiado para llegar de casualidad a un sitio que ofrece seis tipos de cerveza artesana de producción propia. Una minipivovar con restaurante incluido. Una delicia: U Tří růží (Las tres rosas) se llama el lugar.
Es precioso, y como podréis ver, tienen unas curiosas ornamentaciones con cuadros, ilustraciones y murales pintados en la pared. Además de poseer diversos diplomas certificados de concursos. Unos cracks de aúpa.
Por si sentís curiosidad: http://www.u3r.cz/
-Una Rye Ale como ninguna. Bueno, miento... como la que mi amigo Alex ha estado elaborando para Forn Baltà. Excelente equilibrio entre el amargo suave y los sabores del centeno. Creo que es algo superior dentro de algo no clasificado como "pepino" (pepino son aquellas cervezas con gusto y aromas extremos que te llevan a alucinar pepinillos).
-Una Viena Red (Lager roja) que resultó estar ligeramente contaminada con bacterias. No me importó, eso me reafirmaba que es artesana. Como digo no me importó porque hay dos tipos de artesanos cerveceros: los que han tenido una contaminación y los que la han de tener. No me he muerto.
-Una Černý (Negra Lager checa) de notas frescas y fondo acaramelado. Excelente y mejor que la Kozel, sin duda alguna.
-Una Pale Ale al estilo inglés con unas notas tan refrescantes como amargas. Excelente y la mejor de las cuatro. Qué cuerpo, que aromas, que crema...
Cuando ya has catado eso, no te queda mucho por lo que vivir... ahí.Al lado casi, en la misma calle se encuentra el Beer Museum Praga. Intenté entrar, pero por lo visto el museo es un lugar demasiado pequeño para entrar más de dieciséis personas. Debe tener su encanto, pero como no me dejaron entrar, tampoco me frustré demasiado. Ya me conozco al historia de la cerveza. No creo que me haya perdido nada demasiado importante. Lo único que lamento (aunque viendo el panorama de lo que se bebe por ahí, no demasiado) es no haber catado cuatro cervezas de productores artesanos de República Checa. Claro que viendo los carteles, creo que ya los conozco.
Ni os suplico que vayáis a verlo, ni os digo lo contrario. Si eres curioso, debe ser curioso de ver. Si tienes demasiada información el la cabeza como yo... es un paseo curioso (por lo que se ve desde fuera y por lo que se intuye dado el tamaño) por lo conocido.
Otro día, de hecho era el último, encontramos un restaurante (no me preguntéis dónde) donde además de buena comida, tenían también su propias cervezas. Esta vez opté por una Honey Lager. Suave y fina con un regusto al rato de tragar que daba a entender que sí, que esta hecha con miel. Mostraba ya densidad más elevada de lo habitual en una lager, pero claro, hablamos de una hecha con miel.
Antes de marchar, como última voluntad de alguien que se le acaban los días de descansar fuera de sus fronteras, fuimos a un hipermercado de la Tesco. Ahí había para dar y tomar...
...de Lagers, vamos. En grandes cantidades y ocupando un cuarto de pasillo con cada marca. Lo que se dice variedad... bueno... tenían un pasillo aparte para las sin alcohol. Un Callecuatro, (antes conocidos como Continhente) de aquí, tiene más o menos la misma cantidad de cervezas locales y de importación. Me gustó ver más variedad (incluso Bernard o Klaster que ya las he catado) que por la calle. Pero creo que eso es habitual en cualquier sitio.
No mentiré diciendo que cargué como un cosaco, porque yo no facturo maletas para cuatro días. Ni diré que todo lo que había eran Lagers sin nada especial. Algúna que otra especialidad se podía ver, pero como he dicho, el último día y sin facturar maletas, acompañado por una mujer que no me deja beber como dictan estos viajes (¡Ah, hola cariño! Te quieroooooo... [a ver si cuela y no se enfada...]).
Del resto del viaje, no os hablo porque,
1º- Es mi tiempo libre.
2º- No hay nada interesante en él (hablando de cerveza).
Si eso, me despido no sin antes dejaros una muestra de los carteles que hay por ahí. Sed buenos, y si vais a beber alguna pils, por el amor de Ceres y Gambrinus... que no sea Cruzcampo.
Salud.
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jueves, 23 de julio de 2015
La cosa está así...
Buenas de nuevo a todos queridos míos.
Hace algún tiempo que estoy hablando con varias personas sobre diversos temas relacionados con el mundo de la cerveza artesana. Cada uno tenemos un punto de vista según nuestras experiencias en diversos campos, pero hay algo en lo que la mayoría creo que estarán de acuerdo conmigo.
La cosa está así: No hay gallinas para tanto maíz. Esta es una frase que me dijo alguien y de la que estoy al 100% de acuerdo con ella. No hay tantas bocas hechas a la buena cerveza para la cantidad de marcas que siguen saliendo.
¿De quién es la culpa? De nadie en particular y de todos un poco. La culpa no es de nadie en concreto, porque la verdad es que nunca nadie ha dicho (que se sepa): "Voy a generar un aluvión de producto para saturar el mercado y que nadie se pueda beneficiar de una subida de clientes". Por desgracia, es lo que hay. Estamos ante un aluvión de marcas que copan el mercado sin darle tiempo a que trague lo que ya hay y se acostumbre a ello.
Hay muchos que dicen: "En EEUU la cerveza artesana se vende en los supermercados y es habitual encontrarla en cualquier pub". Lo que no piensan es en el trayecto que ha recorrido la cerveza artesana en dicho país a lo largo de unos 50 años. Sí. 50 años, no haciendo cerveza artesana, pero sí haciéndosela en casa. Los cerveceros caseros (dejo lo de homebrewers a los angloparlantes, que tenemos lenguas muy ricas en vocablo aquí sin necesidad de acudir a términos foráneos que se traducen literalmente igual) en USA llevan medio siglo practicando con materias locales. Aquí, la mayoría de cerveceros caseros no pasa de 10 años y con packs ya preparados que nos traen desde alemania, Reino Unido, bélgica... Hay gente que no lleva ni 2 años haciendo cerveza en casa y ya se monta en el grano y el lúpulo a hacer cerveza en instalaciones profesionales, lo cual me parece muy atrevido, y es así como uno hace cosas chulas, pero también es así como ser saturan los ojos de la gente a la vez que sus bocas antes incluso de poder siquiera catarlas.
No me malinterpretéis. Estoy en favor de la variedad, pero hay un grave problema es cómo se está planteando aquí. Demasiada variedad no siempre es beneficioso, porque no hablamos de una marca que hace muchas cervezas, sino de muchas marcas que hacen muchas variedades. La pecera es pequeña, y se está llenando de peces pequeños que se dan golpes unos a otros y se comen la comida dejando poco donde comer y poco sitio donde ponerse. la cantidad de comida no cae en proporción a la cantidad de peces que entran en la pecera, y más de uno de esos pececillos ya están agonizando.
Para que me comprendáis y no tengáis ganas de echarme las manos al cuello (que me leo y me dan ganas de pegarme con una botella de las gordas), os voy a poner el simple ejemplo de Brooklyn Brewery: Una cervecera artesana para una ciudad de algo más de 15 millones de habitantes entre los 80 y los 90. Repito: 1 marca para unos 15M de personas potencialmente clientes, hace unos 30 años. No voy a decir nada más, porque sobran las palabras.
Bhá. Ya sabéis que me encanta hablar tanto como escribir, así que voy a continuar dando datos.
En Barcelona provincia, hay algo más de 5,5M de personas, incluyendo niños, abstemios, ex alcohólicos, y otros colectivos de personas no bebedoras. Voy a rebajar un poco las cantidades de marcas que hay solo en la provincia de Barcelona para no asustar a los números, y siendo sincero... porque he perdido la maldita cuenta... cada semana aparece una nueva. Vamos a suponer que hay unas 30 (más abajo os pongo un listado de las que recuerdo, así a bote pronto) si no me equivoco... que seguro son tranquilamente bastantes más. Veis la proporción. No, no es una pregunta. La estáis viendo: Más de 30 marcas para unos 5,5M de clientes potenciales hoy día, frente a 1 marca para unos 15M hace 30 años. Esto os debería decir algo. Aparte de que no somos NY, claro, que personalmente, no me importaría.
¿Cómo va a solucionarse la cosa? No quiero decirlo. Me duele pensar que se nos puedan ir algunos pocos buenos por la falta de interés en un producto que ya se ha catado frente a un muro escalable lleno de novedades que sube incesante sin dar tiempo a catarlas todas. No quiero decirlo, pero lo he dicho: Cerrando. Cerrando algunas por la falta de estabilidad que va a seguir experimentando la falta de interés del público. Un interés que crece a un ritmo muy distante del número de cerveceras, de marcas y de estilos.
No somos vinateros. La gente no para a comprar cajas de cerveza de la zona para la familia al pasar de camino a casa después de las vacaciones. La gente tiene un interés todavía muy verde. Poco atrevimiento y menos experiencia aún.
Hay otros factores que deslustran en buen trabajo porque provocan condiciones de poca estabilidad en este sector tan nuevo, pero de eso hablare en la siguiente entrada.
Solo espero no haberos puesto tristes, no haberos enfadado, no haberos hecho reír. Solo espero que penséis en ello, que lo interioricéis y decidáis cómo influir en vuestro entorno para que estas consecuencias sean solo un simple recuerdo en la historia de la cerveza artesana en vuestro país. En vuestra región. En vuestra ciudad.
Me despido de vosotros. no sin antes deciros, sed buenos y no bebáis de eso que ya sabéis, y mucho menos de esa nueva variedad Zero... que no estaba seguro de que pudieran hacerlo peor, pero por lo visto, lo han conseguido: Calidad Zero. Y no hablo de la Coca Cola.
Salud.
Listado de las que me vienen a la memoria: La Pirata, Sant Jordi, Palau, Glops, JK, Cesc, Birra 08, Bripau, Bertus, Barret, As, Ausesken, Moon, Art Cervesers, Barcelona Beer Company, Fort, Krut, BeerCat, Roses de Llobregat, Ratpenat, Cornélia, Crápula, Espiga, Bleder, Cerverus, Edge Brewing, Catalan Brewery, Condal, Trival... y otras cuantas más.
Hace algún tiempo que estoy hablando con varias personas sobre diversos temas relacionados con el mundo de la cerveza artesana. Cada uno tenemos un punto de vista según nuestras experiencias en diversos campos, pero hay algo en lo que la mayoría creo que estarán de acuerdo conmigo.
La cosa está así: No hay gallinas para tanto maíz. Esta es una frase que me dijo alguien y de la que estoy al 100% de acuerdo con ella. No hay tantas bocas hechas a la buena cerveza para la cantidad de marcas que siguen saliendo.
¿De quién es la culpa? De nadie en particular y de todos un poco. La culpa no es de nadie en concreto, porque la verdad es que nunca nadie ha dicho (que se sepa): "Voy a generar un aluvión de producto para saturar el mercado y que nadie se pueda beneficiar de una subida de clientes". Por desgracia, es lo que hay. Estamos ante un aluvión de marcas que copan el mercado sin darle tiempo a que trague lo que ya hay y se acostumbre a ello.
Hay muchos que dicen: "En EEUU la cerveza artesana se vende en los supermercados y es habitual encontrarla en cualquier pub". Lo que no piensan es en el trayecto que ha recorrido la cerveza artesana en dicho país a lo largo de unos 50 años. Sí. 50 años, no haciendo cerveza artesana, pero sí haciéndosela en casa. Los cerveceros caseros (dejo lo de homebrewers a los angloparlantes, que tenemos lenguas muy ricas en vocablo aquí sin necesidad de acudir a términos foráneos que se traducen literalmente igual) en USA llevan medio siglo practicando con materias locales. Aquí, la mayoría de cerveceros caseros no pasa de 10 años y con packs ya preparados que nos traen desde alemania, Reino Unido, bélgica... Hay gente que no lleva ni 2 años haciendo cerveza en casa y ya se monta en el grano y el lúpulo a hacer cerveza en instalaciones profesionales, lo cual me parece muy atrevido, y es así como uno hace cosas chulas, pero también es así como ser saturan los ojos de la gente a la vez que sus bocas antes incluso de poder siquiera catarlas.
No me malinterpretéis. Estoy en favor de la variedad, pero hay un grave problema es cómo se está planteando aquí. Demasiada variedad no siempre es beneficioso, porque no hablamos de una marca que hace muchas cervezas, sino de muchas marcas que hacen muchas variedades. La pecera es pequeña, y se está llenando de peces pequeños que se dan golpes unos a otros y se comen la comida dejando poco donde comer y poco sitio donde ponerse. la cantidad de comida no cae en proporción a la cantidad de peces que entran en la pecera, y más de uno de esos pececillos ya están agonizando.
Para que me comprendáis y no tengáis ganas de echarme las manos al cuello (que me leo y me dan ganas de pegarme con una botella de las gordas), os voy a poner el simple ejemplo de Brooklyn Brewery: Una cervecera artesana para una ciudad de algo más de 15 millones de habitantes entre los 80 y los 90. Repito: 1 marca para unos 15M de personas potencialmente clientes, hace unos 30 años. No voy a decir nada más, porque sobran las palabras.
Bhá. Ya sabéis que me encanta hablar tanto como escribir, así que voy a continuar dando datos.
En Barcelona provincia, hay algo más de 5,5M de personas, incluyendo niños, abstemios, ex alcohólicos, y otros colectivos de personas no bebedoras. Voy a rebajar un poco las cantidades de marcas que hay solo en la provincia de Barcelona para no asustar a los números, y siendo sincero... porque he perdido la maldita cuenta... cada semana aparece una nueva. Vamos a suponer que hay unas 30 (más abajo os pongo un listado de las que recuerdo, así a bote pronto) si no me equivoco... que seguro son tranquilamente bastantes más. Veis la proporción. No, no es una pregunta. La estáis viendo: Más de 30 marcas para unos 5,5M de clientes potenciales hoy día, frente a 1 marca para unos 15M hace 30 años. Esto os debería decir algo. Aparte de que no somos NY, claro, que personalmente, no me importaría.
¿Cómo va a solucionarse la cosa? No quiero decirlo. Me duele pensar que se nos puedan ir algunos pocos buenos por la falta de interés en un producto que ya se ha catado frente a un muro escalable lleno de novedades que sube incesante sin dar tiempo a catarlas todas. No quiero decirlo, pero lo he dicho: Cerrando. Cerrando algunas por la falta de estabilidad que va a seguir experimentando la falta de interés del público. Un interés que crece a un ritmo muy distante del número de cerveceras, de marcas y de estilos.
No somos vinateros. La gente no para a comprar cajas de cerveza de la zona para la familia al pasar de camino a casa después de las vacaciones. La gente tiene un interés todavía muy verde. Poco atrevimiento y menos experiencia aún.
Hay otros factores que deslustran en buen trabajo porque provocan condiciones de poca estabilidad en este sector tan nuevo, pero de eso hablare en la siguiente entrada.
Solo espero no haberos puesto tristes, no haberos enfadado, no haberos hecho reír. Solo espero que penséis en ello, que lo interioricéis y decidáis cómo influir en vuestro entorno para que estas consecuencias sean solo un simple recuerdo en la historia de la cerveza artesana en vuestro país. En vuestra región. En vuestra ciudad.
Me despido de vosotros. no sin antes deciros, sed buenos y no bebáis de eso que ya sabéis, y mucho menos de esa nueva variedad Zero... que no estaba seguro de que pudieran hacerlo peor, pero por lo visto, lo han conseguido: Calidad Zero. Y no hablo de la Coca Cola.
Salud.
Listado de las que me vienen a la memoria: La Pirata, Sant Jordi, Palau, Glops, JK, Cesc, Birra 08, Bripau, Bertus, Barret, As, Ausesken, Moon, Art Cervesers, Barcelona Beer Company, Fort, Krut, BeerCat, Roses de Llobregat, Ratpenat, Cornélia, Crápula, Espiga, Bleder, Cerverus, Edge Brewing, Catalan Brewery, Condal, Trival... y otras cuantas más.
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Sant Jordi
lunes, 29 de junio de 2015
1+1= 2 (Para qué decir más).
Buenas a todas y a todos, queridos míos.
Estoy de nuevo dándoos la brasa porque me gusta brasear cosas, y no tengo barbacoa, así que me entretengo con vosotros.
Fuera bromas (hasta la próxima que suelte), esta entrada es para ofrecer mi más sincero aplauso a todos vosotros. ¿Por qué? Ay, ay, ay que no recordáis nuestra fecha especial.
Queridos míos, llevamos 2 años juntos. Dos años ofreciéndoos lo mejor de nosotros. Dos años amando este proyecto, odiándolo, sufriéndolo y gozándolo. Dos años cuidando de esta hermosa criatura, en comprenderla y haciéndola crecer. En invertir horas, esfuerzo y peculio.
2. Un número precioso. Indica que el 1 esta lejos. Que llevas el doble de lo que llevabas en el primero. Que algo va bien.
Para qué decir más que: Gracias. Gracias de nuevo a todos aquellos que me dan las alegrías suficientes para que esto valga la pena.
A mis padres, que no me dejan nunca solo (suena a literal, y casi lo es... el día que no vienen por aquí, me preocupo...) ante los problemas.
A mi mujer, porque siempre me mete caña cuando la necesito (te prometo que la web esta casi en marcha, no me pegues más collejas, por favor. Y ya he recogido la ropa [igual esto no tendría que ponerlo por aquí...]).
A mis amigos, que son los que son y son demasiados para ponerme a contarlos todos, pero gracias a todos por animarme y preocuparos de mí, por apoyarme y por comprar (sobretodo por eso, que no solo de ánimos vive el hombre, jejeje).
A mis clientes asiduos, porque sin ellos, pues no seríamos quienes somos ni estaríamos aquí ya.
A mis clientes de "de tanto en tanto", porque son igual de importantes que los primeros.
A la gente que entra preguntándome por cosas que no valen nada, les informo de que no tengo y acceden a probar cosas nuevas, porque me dejan hacer mi trabajo: dar a conocer nuevas experiencias, compartir la sabiduría y hacerlos felices, aunque solo sea por un rato.
A mis otros clientes, a los que les ofrezco mis servicios y mis productos y me dan la oportunidad de hacer felices a sus clientes en sus establecimientos.
A mis proveedores, porque sin ellos no habría cosas que ofrecer... Y porque a algunos les tengo mucho cariño después de tanto tiempo compartiendo ratos (breves, sí, pero buenos), información y alguna cervecita que otra.
Por último, siempre el más importante: Dios, porque sin Él, nada de esto me sería posible. Siempre le siento cerca y tengo ánimos por ello. Por eso y por algo que dijo un hombre hace mucho:
"La cerveza es la muestra de que Dios nos ama y quiere que seamos felices".
Me despido de vosotros, ávidos lectores, amados míos, no sin antes daros de nuevo las gracias por este segundo año con vosotros, porque es un regalo (aunque haya días que tenga ganas de matar a alguien del ministerio fiscal por cómo nos destrozan a golpes de billetera... pero ese, es otro tema).
Gracias y hasta pronto. Ya sabéis lo que no debéis hacer: lo que yo no haría, que es poco.
Salud.
Estoy de nuevo dándoos la brasa porque me gusta brasear cosas, y no tengo barbacoa, así que me entretengo con vosotros.
Fuera bromas (hasta la próxima que suelte), esta entrada es para ofrecer mi más sincero aplauso a todos vosotros. ¿Por qué? Ay, ay, ay que no recordáis nuestra fecha especial.
Queridos míos, llevamos 2 años juntos. Dos años ofreciéndoos lo mejor de nosotros. Dos años amando este proyecto, odiándolo, sufriéndolo y gozándolo. Dos años cuidando de esta hermosa criatura, en comprenderla y haciéndola crecer. En invertir horas, esfuerzo y peculio.
2. Un número precioso. Indica que el 1 esta lejos. Que llevas el doble de lo que llevabas en el primero. Que algo va bien.
Para qué decir más que: Gracias. Gracias de nuevo a todos aquellos que me dan las alegrías suficientes para que esto valga la pena.
A mis padres, que no me dejan nunca solo (suena a literal, y casi lo es... el día que no vienen por aquí, me preocupo...) ante los problemas.
A mi mujer, porque siempre me mete caña cuando la necesito (te prometo que la web esta casi en marcha, no me pegues más collejas, por favor. Y ya he recogido la ropa [igual esto no tendría que ponerlo por aquí...]).
A mis amigos, que son los que son y son demasiados para ponerme a contarlos todos, pero gracias a todos por animarme y preocuparos de mí, por apoyarme y por comprar (sobretodo por eso, que no solo de ánimos vive el hombre, jejeje).
A mis clientes asiduos, porque sin ellos, pues no seríamos quienes somos ni estaríamos aquí ya.
A mis clientes de "de tanto en tanto", porque son igual de importantes que los primeros.
A la gente que entra preguntándome por cosas que no valen nada, les informo de que no tengo y acceden a probar cosas nuevas, porque me dejan hacer mi trabajo: dar a conocer nuevas experiencias, compartir la sabiduría y hacerlos felices, aunque solo sea por un rato.
A mis otros clientes, a los que les ofrezco mis servicios y mis productos y me dan la oportunidad de hacer felices a sus clientes en sus establecimientos.
A mis proveedores, porque sin ellos no habría cosas que ofrecer... Y porque a algunos les tengo mucho cariño después de tanto tiempo compartiendo ratos (breves, sí, pero buenos), información y alguna cervecita que otra.
Por último, siempre el más importante: Dios, porque sin Él, nada de esto me sería posible. Siempre le siento cerca y tengo ánimos por ello. Por eso y por algo que dijo un hombre hace mucho:
"La cerveza es la muestra de que Dios nos ama y quiere que seamos felices".
Benjamin Franklin.
Me despido de vosotros, ávidos lectores, amados míos, no sin antes daros de nuevo las gracias por este segundo año con vosotros, porque es un regalo (aunque haya días que tenga ganas de matar a alguien del ministerio fiscal por cómo nos destrozan a golpes de billetera... pero ese, es otro tema).
Gracias y hasta pronto. Ya sabéis lo que no debéis hacer: lo que yo no haría, que es poco.
Salud.
martes, 9 de junio de 2015
Esto no es discutible
Hola a todos queridos míos. Si miro atrás y oteo al horizonte mirando desde que escribí la última entrada, me parece muy lejano, pero no hace tanto. Más de lo que me gustaría, pero menos del que creía que había pasado. La falta de tiempo en estos tiempos (válgame me la redundancia) es algo común, y como soy un hombre moderno, no soy diferente.
Pero vayamos a lo que nos trae aquí: La cerveza. Bendito caldo que tantas alegrías nos da. La gente tiende a diferenciar las cosas de una manera muy clara. Precio y calidad.
Todo el mundo sabe que la calidad tiene un coste, que se ve repercutido en el precio final. Voy a poner unos ejemplos para que comprendamos todos lo que quiero decir antes de profundizar:
Panamá Jack es una empresa de calzado lo suficientemente conocida como para que comprendáis a lo que me refiero. Panamá Jack hace unas botas estupendas y no son precisamente baratas, pero unas que te compras, duran mucho tiempo. Calidad/precio: Muy bien. Si te compras unas botas de Carrefour, la goma se desgasta en un tris y en menos de un año te has de comprar otras, os lo aseguro. Calidad/precio: una mierda.
Con este sencillo ejemplo comento algo tan esencial como esto: Si por el precio de una cerveza artesana te compras un pack de latas del Mercadona,te felicito. Compras leche Pascual, Pan Bimbo, galletas Cuétara, Donuts Panrico, congelados Pescanova y ron Barceló. Sin embargo, a la hora de tomaros una cerveza os gastáis menos que un eunuco en meretrices.
Venga, seamos serios. El placer, el sano y nutritivo placer de una cerveza, o de cualquier otra cosa que sea de calidad y que nos dé una subida de endorfinas tiene un precio. Varía en dependencia a lo que escojamos, pero os aseguro que no hay comparación entre una buena cerveza natural y una lata de algo que sale de fermentar subproductos que le llegan al fabricante en otra lata.
Voy a ser el que lance la primera piedra, por que yo también he caído en eso, y por ello conozco las diferencias entre lo que es y lo que debería ser. He probado de las mieles del buen caldo, y he degustado los placeres del paladar. Y os insto a que hagáis lo mismo. Os aseguro que no querréis volver atrás.
Sin ir más lejos, estando en un evento familiar, tuve la oportunidad de volver a catar una de esos refrescos alcohólicos a base de cebada, maíz y arroz con algo que dicen es lúpulo de una famosa marca mediterránea con un astro de menos de seis puntas y más de cuatro, de apellido bávaro. No miento cuando digo que me pasé ipso facto, tras el primer trago, a la Coca Cola.
Bocapija o morrofino podrían ser un par de peyorativos adjetivos para referirse a mí, y sin dudas serían ciertos. Pero no llevamos siglos mejorando el sabor de las cosas para acabar tomando semejantes productos dañinos para la sensibilidad de nuestras lenguas. No llevamos años intentando promover los productos de autor, los productos artesanos y de calidad frente a las barbaridades de las grandes casas, que han olvidado lo que es auténtico y comercializan subproductos de lo que debieran ser para que la gente se gaste más dinero por que sí. Lo hacemos, porque el hombre esta en este plano existencial, y tiene la capacidad de gozar, y lo justo es que gocemos con algo digno de ser mencionado. Necesitamos disfrutar de nuestra mortalidad y necesitamos hacerlo bien.
Si crees que beberte cuatro latas de algo con colorante E-150D te va a hacer feliz, hazlo. Te aseguro que solo si desnudas tu mente y pruebas una significativa alternativa natural podrás decir que has gozado con una cerveza. Y esto, no es discutible.
Si no me crees a mí, pregúntale a cualquiera que haya pasado por mi tienda a tomarse "una normal". Lo que se beben, les cambia la cara y los conceptos precipitadamente establecidos de lo que es la cerveza.
No me enrollo más. Solo espero que esto que os digo no caiga en saco roto. Vivid un poco, bebed bien, y disfrutaréis de verdad de esta vida y sus placeres no pecaminosos.
Espero que os haya gustado y disfrutéis tanto como yo disfruto de escribiros. Salud.
Pero vayamos a lo que nos trae aquí: La cerveza. Bendito caldo que tantas alegrías nos da. La gente tiende a diferenciar las cosas de una manera muy clara. Precio y calidad.
Todo el mundo sabe que la calidad tiene un coste, que se ve repercutido en el precio final. Voy a poner unos ejemplos para que comprendamos todos lo que quiero decir antes de profundizar:
Panamá Jack es una empresa de calzado lo suficientemente conocida como para que comprendáis a lo que me refiero. Panamá Jack hace unas botas estupendas y no son precisamente baratas, pero unas que te compras, duran mucho tiempo. Calidad/precio: Muy bien. Si te compras unas botas de Carrefour, la goma se desgasta en un tris y en menos de un año te has de comprar otras, os lo aseguro. Calidad/precio: una mierda.
Con este sencillo ejemplo comento algo tan esencial como esto: Si por el precio de una cerveza artesana te compras un pack de latas del Mercadona,te felicito. Compras leche Pascual, Pan Bimbo, galletas Cuétara, Donuts Panrico, congelados Pescanova y ron Barceló. Sin embargo, a la hora de tomaros una cerveza os gastáis menos que un eunuco en meretrices.
Venga, seamos serios. El placer, el sano y nutritivo placer de una cerveza, o de cualquier otra cosa que sea de calidad y que nos dé una subida de endorfinas tiene un precio. Varía en dependencia a lo que escojamos, pero os aseguro que no hay comparación entre una buena cerveza natural y una lata de algo que sale de fermentar subproductos que le llegan al fabricante en otra lata.
Voy a ser el que lance la primera piedra, por que yo también he caído en eso, y por ello conozco las diferencias entre lo que es y lo que debería ser. He probado de las mieles del buen caldo, y he degustado los placeres del paladar. Y os insto a que hagáis lo mismo. Os aseguro que no querréis volver atrás.
Sin ir más lejos, estando en un evento familiar, tuve la oportunidad de volver a catar una de esos refrescos alcohólicos a base de cebada, maíz y arroz con algo que dicen es lúpulo de una famosa marca mediterránea con un astro de menos de seis puntas y más de cuatro, de apellido bávaro. No miento cuando digo que me pasé ipso facto, tras el primer trago, a la Coca Cola.
Bocapija o morrofino podrían ser un par de peyorativos adjetivos para referirse a mí, y sin dudas serían ciertos. Pero no llevamos siglos mejorando el sabor de las cosas para acabar tomando semejantes productos dañinos para la sensibilidad de nuestras lenguas. No llevamos años intentando promover los productos de autor, los productos artesanos y de calidad frente a las barbaridades de las grandes casas, que han olvidado lo que es auténtico y comercializan subproductos de lo que debieran ser para que la gente se gaste más dinero por que sí. Lo hacemos, porque el hombre esta en este plano existencial, y tiene la capacidad de gozar, y lo justo es que gocemos con algo digno de ser mencionado. Necesitamos disfrutar de nuestra mortalidad y necesitamos hacerlo bien.
Si crees que beberte cuatro latas de algo con colorante E-150D te va a hacer feliz, hazlo. Te aseguro que solo si desnudas tu mente y pruebas una significativa alternativa natural podrás decir que has gozado con una cerveza. Y esto, no es discutible.
Si no me crees a mí, pregúntale a cualquiera que haya pasado por mi tienda a tomarse "una normal". Lo que se beben, les cambia la cara y los conceptos precipitadamente establecidos de lo que es la cerveza.
No me enrollo más. Solo espero que esto que os digo no caiga en saco roto. Vivid un poco, bebed bien, y disfrutaréis de verdad de esta vida y sus placeres no pecaminosos.
Espero que os haya gustado y disfrutéis tanto como yo disfruto de escribiros. Salud.
sábado, 2 de mayo de 2015
Birras Ibéricas Cap 5: Felicidades, Extremadura
Buenas a todos, queridos míos.
Como es de costumbre en mi persona, intento pero no consigo hacer más ágil este blog y hacer constantes entradas. No es por falta de genialidad (me queda una abuela, pero la veo poquito) o de soltura. Es como siempre digo, por falta de tiempo.
En fin. Volviendo al tema de las bebidas que tanto nos gustan. Quiero felicitar a una parte de la península muy dotada de animales de bellota y de la cual se desprende un aroma a rústico: Extremadura.
Estos señores, aparte de tener jamones de los mejores, así como embutidos, aceite de oliva, cereales y vinos, además, se han subido al carro del caldo de cebada y lúpulo.
En concreto, quiero felicitar por su exitosa entrada en el mundo de las artesanales a Blomberg. Bueno, a la señorita Bárbara Blomberg no, que ya está muerta... No tranquilos, no es nada macabro. Todo tiene su explicación. Ahí la dejo:
Todo empieza en pleno S XVI, con Carlos V (del Sacro imperio Romano Germánico) y I de España. Muchos de vosotros sabréis (y si no, os lo digo yo), este señor vino desde Gante, Flandes (situado en la actual Bélgica) para gobernarlos a todos, para encontrarlos, para atraerlos a todos y en las tinieblas atarlos... Uich, que se me va la pinza... Básicamente vino aquí porque hacía más sol y se estaba mejor, y ya que era el rey, pues eso (es coña, pero cuela fijo). Entre otras cosas, este hombre se trajo dos importantes para él: sus maestros cerveceros y a Bárbara Blomberg. La señorita Blomberg era la amante (pero no esposa) de este flamenco entronado.
Al final de sus días, este hombre, amante de las buenas bebidas y de las malas mujeres, decidió hacerse un hueco en el monasterio de Yuste, en la provincia de Cáceres, allá por Extremadura.
Por todo esto, los chicos de Cervezas Artesanas del Oeste pensaron: "Las pasiones de Carlos V fueron la cerveza y su amante". Y claro una cosa lleva a la otra... y salió esto.
El maestro cervecero de Blomberg, es un holandés afincado en Cáceres desde hace unos años. Como su pasión también era la cerveza de calidad, decidió ponerse manos a la obra.
De momento tienen cuatro cervezas elaboradas con mucho esmero, la verdad.
Original Blonde: Una rubia suave y sedosa de alta fermentación al estilo belga.
Caramel: Una reproducción muy equilibrada de las Dubble Abbey con menos gas que las que estamos acostumbrados a catar, y sobre todo con mucho sabor gracias a las maltas tostadas y a la miel de las Hurdes con las que se elabora.
Blanca: Una weizen muy correcta y delicada. No me gusta engañar a nadie. No es la mejor ni es la más espectacular de las cervezas de trigo que he probado, pero qué narices, bien buena que está ella.
Original Bio: Es como la Blonde, pero elaborada con productos de producción ecológica. Tiene el sello de la comunidad europea para los productos de esta clase, y he de decir que está más sabrosa que la primera todo y ser la misma receta.
Se que hay más cervezas extremeñas, pero como siempre digo (¿lo hago?) este es mi blog y comento lo que conozco y lo que me gusta. Ojo, que no quiere decir que si no comento algo no es porque no sea bueno, aunque es probable que así sea. Puede simplemente, que no lo conozca todavía.
Reitero: Felicidades, Extremadura por vuestro buen gusto.
En fin. Buenas noches (en efecto, he empezado a escribir por la mañana y se me ha hecho de noche... qué lento soy aporreando teclas...). Sed buenos, no hagáis cosas que yo no haría y sobre todo dormid de gusto, soñad con los lúpulos y que no os muerdan las chinches.
Salud.
Como es de costumbre en mi persona, intento pero no consigo hacer más ágil este blog y hacer constantes entradas. No es por falta de genialidad (me queda una abuela, pero la veo poquito) o de soltura. Es como siempre digo, por falta de tiempo.
En fin. Volviendo al tema de las bebidas que tanto nos gustan. Quiero felicitar a una parte de la península muy dotada de animales de bellota y de la cual se desprende un aroma a rústico: Extremadura.
Estos señores, aparte de tener jamones de los mejores, así como embutidos, aceite de oliva, cereales y vinos, además, se han subido al carro del caldo de cebada y lúpulo.
En concreto, quiero felicitar por su exitosa entrada en el mundo de las artesanales a Blomberg. Bueno, a la señorita Bárbara Blomberg no, que ya está muerta... No tranquilos, no es nada macabro. Todo tiene su explicación. Ahí la dejo:
Todo empieza en pleno S XVI, con Carlos V (del Sacro imperio Romano Germánico) y I de España. Muchos de vosotros sabréis (y si no, os lo digo yo), este señor vino desde Gante, Flandes (situado en la actual Bélgica) para gobernarlos a todos, para encontrarlos, para atraerlos a todos y en las tinieblas atarlos... Uich, que se me va la pinza... Básicamente vino aquí porque hacía más sol y se estaba mejor, y ya que era el rey, pues eso (es coña, pero cuela fijo). Entre otras cosas, este hombre se trajo dos importantes para él: sus maestros cerveceros y a Bárbara Blomberg. La señorita Blomberg era la amante (pero no esposa) de este flamenco entronado.
Al final de sus días, este hombre, amante de las buenas bebidas y de las malas mujeres, decidió hacerse un hueco en el monasterio de Yuste, en la provincia de Cáceres, allá por Extremadura.
Por todo esto, los chicos de Cervezas Artesanas del Oeste pensaron: "Las pasiones de Carlos V fueron la cerveza y su amante". Y claro una cosa lleva a la otra... y salió esto.
El maestro cervecero de Blomberg, es un holandés afincado en Cáceres desde hace unos años. Como su pasión también era la cerveza de calidad, decidió ponerse manos a la obra.
De momento tienen cuatro cervezas elaboradas con mucho esmero, la verdad.
Original Blonde: Una rubia suave y sedosa de alta fermentación al estilo belga.
Caramel: Una reproducción muy equilibrada de las Dubble Abbey con menos gas que las que estamos acostumbrados a catar, y sobre todo con mucho sabor gracias a las maltas tostadas y a la miel de las Hurdes con las que se elabora.
Blanca: Una weizen muy correcta y delicada. No me gusta engañar a nadie. No es la mejor ni es la más espectacular de las cervezas de trigo que he probado, pero qué narices, bien buena que está ella.
Original Bio: Es como la Blonde, pero elaborada con productos de producción ecológica. Tiene el sello de la comunidad europea para los productos de esta clase, y he de decir que está más sabrosa que la primera todo y ser la misma receta.
Se que hay más cervezas extremeñas, pero como siempre digo (¿lo hago?) este es mi blog y comento lo que conozco y lo que me gusta. Ojo, que no quiere decir que si no comento algo no es porque no sea bueno, aunque es probable que así sea. Puede simplemente, que no lo conozca todavía.
Reitero: Felicidades, Extremadura por vuestro buen gusto.
En fin. Buenas noches (en efecto, he empezado a escribir por la mañana y se me ha hecho de noche... qué lento soy aporreando teclas...). Sed buenos, no hagáis cosas que yo no haría y sobre todo dormid de gusto, soñad con los lúpulos y que no os muerdan las chinches.
Salud.
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