Esta entrada es para darle bombo a una casa en particular: Spigha, de Alcoi. Y me diréis "¿Porqué?". Pues porque se lo merecen
Algunos de vosotros sabréis que Spigha tiene tres variedades: Na Valora, Gurugú y Voramar. Yo soy un ferviente amante de las tres.
Na Valora, una APA estupenda de ambarino color y crema consistente, notas aromáticas florales y muy frescas, nos deja en boca vibrantes y marcados destellos de lúpulo con muy baja carbonización natural, debida a una segunda fermentación en botella. No llega a ser una American IPA porque los niveles alcohólicos (5,1º) no son los adecuados para alcanzar esta categoría, pues se necesitan un mínimo de 6º aproximadamente.
Gurugú, un pedazo de Brown Ale de color caoba y marcados aromas a tuestes de cereal, chocolate y café, tiene un cuerpo excelente y consistente que nos llena la boca con sabores completos y diferenciados como el pan tostado, cacao puro y café torrefacto. Y aunque las levaduras son inglesas y su carbonización es leve, creo, sinceramente, que no tiene nada que envidiarle a algunas belgas tostadas.
Voramar, una Blond Ale suave y con un toque de lúpulo lo suficientemente marcado como para que se note, pero no tanto como para que sea el protagonista, ya que los principales atractivos de esta cerveza rubia de alta fermentación son su brillante color dorado bastante nítido, su cuerpo consistente y de fácil paso y sus sabores suaves aunque consistentes de fondo maltoso.
Lo que poca gente sabe es que Voramar ha sido premiada con la Medalla de Oro 2014 del International Quality Institute de Bruselas al producto de calidad dentro de su categoría cervecera. Vamos, que es una joya de la gastronomía cervecera ibérica. Aquí os dejo las fotos que lo certifican. El señor de abajo, calvete él, el Toni. Buen cervecero y gran persona. Seguro que no me lee el blog, pero es igual, lo perdono.
Del mismo productor, Spigha, hay una cerveza que crea controversia. A unos les gusta mucho, a otros les gusta más bien poco. Esa cerveza es Nispra. Elaborada con nísperos en maduración que le confieren amargor, toques afrutados, dulzor leve, astringencia y aromas suaves, me encanta Nispra. Siempre que tengo ocasión hablo de ella, porque a diferencia de las cervezas afrutadas tradicionales belgas, esta cerveza no es una lámbica empalagosa hecha con zumo de frutas, es una Pale Ale con fruta limpia en trozos. Por eso es tan especial. Se queda corta para los IPAhólicos (normal, el una Pale Ale muy inglesa), pero muy ideal para los que buscan algo fresco y diferente y que no asuste al paladar.
Y para que no quede muy sosa la cosa, dejo constancia de que para más adelante, meteremos en estantería al lado de las Spigha cervezas de la misma talla de la casa La Cerveza Artesana de Alicante (Santa Faz, Santa Cruz y Santa Bárbara).
Más adelante no es una fecha, y quiero que sea una sorpresa. Así que ya avisaré. Pero de mientras os las dejo ahí, para que las maduréis en la mente:
Santa Faz es una Blond Ale sabrosa y ligera muy adecuada para hacer los aperitivos o para meterse una tabla de quesos semi curados y tiernos.
Santa Bárbara, una Dunkel Lager no llega a ser una Schwarzbier porque el color es demasiado claro, pero está claro que los sabores son excelentes, o así los recuerdo yo. Una cerveza con sabor ideal para platos consistentes.
Santa Cruz es una Amber Ale afrutada y cremosa con un color rojizo precioso que acompaña igual de bien sus sabores sedosos. Yo con esta me comería unas carnes rojas, un pato confitado o simplemente unos frutos secos tostados o naturales.
Señoras, Señores, queridos todos, C. Valenciana tiene muchas cosas buenas y esta segunda entrada elogiando lo deja claro. Espero que sigan así y no decaigan, porque he catado cada bodrio también de allí... que no voy a comentar. Cada cual que se haga una idea propia.
En fin. hoy no me enrollo que ya estoy cansado de buena mañana. Hacedme caso: Coged lo bueno, y dejad la Cruzcampo.
Sed felices y beberéis mejor. ¿O era al revés? No recuerdo. En fin.
Salud.
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