Buenas a todos queridos míos.
Sí, lo siento; he estado tan ocupado en temas diversos y disperso entre todos ellos que no he tenido tiempo de ofrecerme a mí mismo un momento para escribir sobre mi pasión terrenal.
Por que no puedo dejar constancia a tiempo real, pero he empezado hace una hora, y aun no he podido ni escribir dos párrafos enteros sin que me interrumpan por más trabajo (bendito y que no falte).
Lo que decía: hace tiempo que blablablá y todo eso, y ya me tocaba hacer una entrada para empezar con buen pié Febrerico el corto. Esta vez voy a hablar de algo que no parece muy gourmet a simple vista, pero si lo probáis, os va a encantar.
Pan, algo y pan. O lo que viene siendo desde que se inventó, un bocata.
El bocata es un elemento muy arraigado en nuestra cultura, pero a la vez, y desde hace mucho, se ha dejado un poco de lado. Como el patito feo de las comidas. Solo nos acordamos de él para cuando tenemos prisa, o si vamos a un "Fat Food" (sí, fat, de grasa en reinounidense de toda la vida), o nos vamos a la playa...
Pobres bocatas. Si tuvieran cabeza para levantar, se darían contra mi paladar. Soy muy fan de los bocatas. En casa, tengo un cuadro de un bodegón con un bocadillo de chorizo con pan con tomate encabezando la cama (es mentira, mi mujer me mataría si compro semejante elemento decorativo, pero si no digo nada, hasta casi cuela y todo).
Los bocatas tienen una oportunidad de daros placer gastronómico aumentando las ganas de volver a comeros otro, siempre y cuando, sea un producto de calidad acompañado de la manera adecuada.
Empecemos por los más fáciles de conseguir:
-Bocata queso semi:
Si el bocata queso es manchego, de esos sabrosos pero sin ser curados, mi recomendación viene siendo una Belgian Blonde Ale como lo es Calotte de Barret, para tan exquisito manjar gozado tanto por paletas como por poetas.
-Bocata queso seco:
Si por contra, ese pedazo ladrillo que te quieres meter en el cuerpo es de queso seco, te recomiendo una negra, o una IPA; bueno, o una Black IPA. Black in Black de Naparbier es algo digno de compaginar. El tueste y el amargor, le pegan como un sello de correos a un sobre.
-Bocata Vegetal atún:
Saison. No me discutas. No sabes qué tomarte con algo tan poco vegetal como es la carne de atún/bonito, te estoy dando la respuesta. Sé que es muy fresca, pero por eso. El frescor de una Petit Fermier de La Pirata, con su justo amargor recogen los sabores frescos del tomate y la lechuga y humecta el atún, que suele ser seco. A la mayonesa le quita untuosidad, pero le aporta sabor al ser cítrica.
-Bocata Vegetal jamón dulce:
No existe una respuesta correcta sola, pero te recomiendo una Pale Ale inglesa poco amarga. London Pride de Fuller's puede ir bien, aunque no sabría que decir.
-Bikini:
También conocido (en gran parte del territorio nacional de parla hispana) como Mixto de jamón y queso, este pedazo de bocata que toma el nombre, no de una prenda de baño, si no de una sala de baile de Barcelona (eso no lo sabe todo el mundo, y no, no me lo invento) tiene una combinación poco variable, pero por no volver a decir una Belgian Blonde Ale que ya la hemos usado, diremos una Kölsch. Curiosamente, Hermosa de Dougall's tiene feeling con esta delicia triangular.
-Bocata chorizo:
Mi adorado y venerado embutido de carne de cerdo con pimentón... Tiene unas combinaciones algo extrañas, ya que siendo un elemento muy sabroso, no es conveniente asustar al paladar dándole demasiada información, por lo que es de los pocos que (personalmente) creo ha de acompañarse con una ligera Lager. Munich de Glops, por su sabor que deja marca pero no asusta, es para mi entender una combinación magnífica.
-Bocata mortadela/choped:
Ha de haber gente para todo, supongo. No se muy bien qué decir, salvo que eso no debería maridarse con nada fuerte ya que se trata de unos fiambres poco lustrosos y con sabores más bien edulcorados debido a que está cocido y lleva gran cantidad de grasas para que queden melosos. Una bohemian o una german pilsner debería bastar. Palax es una opción artesana riojana alternativa a las malas costumbres industriales.
-Bocata jamón:
El jamón; ese elemento que a alguno le cae en la cesta de navidad (o en su defecto, una paletilla). A algunos en la cesta nos cae un paquete de jamón. Cocido. Pero ese es otro tema.
El jamón, como elemento principal de un bocata de categoría, pues se ve poco. Normalmente que suele poner jamón de segunda, que sigue siendo algo excelente, ojo. Mientras no esté crudo y salado... No es difícil darle un maridaje a este bocata, pero cuesta escoger una sola. Pilsners, que ya están dichas suelen ser las opciones más utilizadas, pero si lo quereis gozar, daros un gustazo con una Brown Ale como Gurugú, de Spigha. Sus sabores le proporcionan un equilibrio estupendo entre el oleoso jamón y el dulce amargor de las maltas torrefactas.
-Bocata embutidos diversos:
Cualquiera puede hacerse un bocata de salchichón, lomo embuchado y similares, pero no todo el mundo le mete una bebida adecuada, Yo tampoco es que vaya a daros el Santo Grial de las cervezas para embutidos, pero os doy algunas pocas opciones que creo os pueden entrar bien
Gavroche, una biere de garde ambrée francesa tiene muchos puntos de conquistaros, así como una Hannen Alt, una Alt bier alemana que no deja indiferente. Popaire Blandae Doble, una Strong Ale estupenda que, personalmente, acompañaría a casa si fuera mujer.
Creo que por hoy ya he hablado bastante de bocatas. No os impacientéis, que pronto saldrá el Volumen 2.
Os dejo en los brazos Ceres, que os arromen los lúpulos y tengáis maltosos sueños. Yo por lo menos, estoy rendido después de este día. Sed buenos, y no os pongáis delante de un bocata sin por lo menos una buena cerveza, que eso es algo que yo no haría.
Salud.
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Como dijo Benjamin Franklin:
"La cerveza es la muestra de que Dios nos ama y quiere que seamos felices".
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