Hola y muy buenas queridos míos.
Hace ya días que no me dejo caer por aquí, y la razón es sencilla, se acercan las fiestas invernales (Navidad, Janucá y Kwanzaa). Como se acercan estos días de regalar cosas a troche y moche estoy un poco liado.
No os preocupéis, que todo saldrá bien, como cada año.
La verdad es que no me voy a enrollar demasiado, porque tengo cosas que hacer, pero quería felicitaros las fiestas, así que...
¡¡¡ FELIZ NAVIDAD, FELIZ JANUCÁ Y FELIZ KWANZAA!!!
Si no soy judíos, o afroamericanos, las dos segundas fiestas no so sonarán demasiado, pero como soy así de majo, las felicito todas, por si mas moscas.
Sed felices, bebed buena cerveza y no la liéis con los regalos de amigo invisible.
Salud.
Ven a visitarnos, estamos en
C/Andrade, 2; Barcelona
Y no dejes de visitar nuestra Web
birrabirrae.webs.com
Como dijo Benjamin Franklin:
"La cerveza es la muestra de que Dios nos ama y quiere que seamos felices".
lunes, 16 de diciembre de 2013
jueves, 28 de noviembre de 2013
Mini Festival del Clot
Buenas de nuevo, queridos míos.
Incluso digo más: Me encontré con uno de tantos comerciales que me traen cervezas artesanas, y me dijo que hasta ese cinco minutos antes de ese mismo momento, no tenía ni idea de que había una feria. Problemas del directo.
Como ya podréis imaginaros, esta entrad hace referencia a un pequeño festival de cervezas artesanales que se ha organizado en el Parc del Clot, en Barcelona este pasado domingo 24 de Noviembre de 2013.
No hay mucho que contar, salvo la falta que la falta de tiempo y experiencia por parte de los organizadores hizo de este un festival poco lustrado. Una autentica lástima ya que habían buenos productores con buenas cervezas:
Glops, con Carme en posición de batalla aguantando el frío invernal (esta vez Àlex vino solo para recoger los bártulos) y aguantando a los absurdos personajes que se dejaban caer por ahí, además de los clientes y la gente normal. Xavi de Ausesken, con un calefactor que chupaba más energía que un político del bote, con sus cariñosos y alentadores comentarios sobre un elefante (él ya sabe a qué me refiero, jejeje). Jordi y todo su equipo con Birra 08, Oscar con la Vella Carabana, Cerverus, Popaire y unos chicos, que junto con Jordi, organizaron por primera vez el festival que se unió a las fiestas del Clot.
Incluso digo más: Me encontré con uno de tantos comerciales que me traen cervezas artesanas, y me dijo que hasta ese cinco minutos antes de ese mismo momento, no tenía ni idea de que había una feria. Problemas del directo.
Una pena que no haya tenido el alcance que hubiéramos estimado adecuado, una pena que no hubieran zonas donde sentarse más preparadas, una pena que no hubieran puesto ni un servicio donde ir a hacer un pis, una pena que la música se acabara tan pronto y que no hubiera casi gente, pero de todo se aprende.
Lo que no te mata te hace más fuerte y te enseña a hacer las cosas mejor. Esperemos que el año que viene, con la experiencia adquirida y con las cosas claras, podamos rehacer una auténtica y floreciente feria de cerveza regada por los mejores tiradores, donde la gente pasee y quiera conocer el producto ofrecido. Espero que para el año que viene pueda también yo tener un hueco en el festival, como vecino que soy, y contribuir a que el festival llegue a su mayor esplendor, cosa que le ha faltado en esta, por lo antes mencionado: falta de tiempo, experiencia, organización y publicidad. Pero es lo que hay cuando te avisan con tan poco tiempo de que quieren hacer algo así.
Esta entrada es cortita porque no hay mucho que decir, así que os dejo a la vista el cartel del festival, el cual vi el día antes, y aquí podréis encontrar las fotos que pude hacer ese día con la mala cámara que tiene mi móvil, porque soy tan ceporro que no cogí la nueva que me regaló mi mujer por mi cumpleaños. En fin.
Sed felices, comed anises y bebed algo bueno. Si no sabéis qué, yo os recomiendo algo. Aquí os espero.
Salud.
Lo que no te mata te hace más fuerte y te enseña a hacer las cosas mejor. Esperemos que el año que viene, con la experiencia adquirida y con las cosas claras, podamos rehacer una auténtica y floreciente feria de cerveza regada por los mejores tiradores, donde la gente pasee y quiera conocer el producto ofrecido. Espero que para el año que viene pueda también yo tener un hueco en el festival, como vecino que soy, y contribuir a que el festival llegue a su mayor esplendor, cosa que le ha faltado en esta, por lo antes mencionado: falta de tiempo, experiencia, organización y publicidad. Pero es lo que hay cuando te avisan con tan poco tiempo de que quieren hacer algo así.
Esta entrada es cortita porque no hay mucho que decir, así que os dejo a la vista el cartel del festival, el cual vi el día antes, y aquí podréis encontrar las fotos que pude hacer ese día con la mala cámara que tiene mi móvil, porque soy tan ceporro que no cogí la nueva que me regaló mi mujer por mi cumpleaños. En fin.
Sed felices, comed anises y bebed algo bueno. Si no sabéis qué, yo os recomiendo algo. Aquí os espero.
Salud.
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Ubicación:
Carrer Andrade, 6, 08018 Barcelona, España
sábado, 23 de noviembre de 2013
Birras Ibéricas. Cap 4: Felicidades, Euskal Herria y Navarra
Hola de nuevo, queridos míos. Esta es la cuarta entrega de cervezas de la península y espero que vuestra opinión sobre los productos que voy a desnudar sea buena, porque a mi me lo parecen.
He juntado Navarra y País Vasco por una razón: Oír a un grupo de Navarros cantando a voz en cuello "Navarra no es Navarra, Navarra es Euskal Herría", y que unos grandes pequeños productores navarros me digan que ellos son vascos son suficientes razones para incluirlos en una sola entrada. Eso y el hecho de que no acabo de conocer tantísimas cerveceras como para separarlos tanto.
Mi primera ovación ha de ser para Naparbier. Todos conocemos a los chicos de Napar (los que estamos en este mundillo) y sabemos que las cervezas que hacen no son comunes. Son descomunales. La primera que caté de ellos fue en Birrasana, el festival de
Blanes. No solo me encantó su cerveza que sinceramente no recuerdo cuál era porque ese día iba un poco más emocionado de lo habitual, sino que he decidido tener algunas en la tienda. No es fácil, porque llevo poco tiempo, tengo muchas referencias y no me quiero colapsar. Pero he de decir que me tienen encantado.
Para que veáis hasta qué punto están buenas y son aclamados, que este lunes pasado vino a verme un comercial que las lleva en su portafolios, me ofreció la Hop Doom. Una Imperial IPA de tan solo 11,5% ABV y 300 IBUs (International Bitter Units. Otra entrada lo explico, tranquilos). Casi nada (ironía). Lo que no es ironía es que me quedé sin ni siquiera una puñetera caja. El pobre hombre, después de largarse hubo de volver a decirme expresamente que ya se habían agotado... Una gran putada.
Hablemos de las que tengo: Una amber amarga no es lo de costumbre, pero si esta buena, esta buena. Eso le pasa a ZZ+. Cremosa y de colores rojizos, esta cerveza se sale de los sabores acostumbrados, pero su amargor no es extremo. Es ligero, medio pero profundo. Se coge a la lengua y la envuelve con cariño. Janis Porter, una negra dentro de sus justas medidas. Tan oscura como su estilo indica, mantiene una buena crema de sabores tostados y de color beige que conserva debajo los aromas y sabores quemados y ligeramente a café típico de estas recetas.
Los otros, son Pagoa. Es una cervecera muy pequeñita con la que tomé contacto hace tiempo, pero al final se perdieron en el tiempo las conversaciones. Una lástima porque me encantaba esa cerveza y aquí es dificil encontrarlas. Orhi: Lager ligera y un poco amargante, Gorri: red ale afrutada y Zunbeltz: una stout nada desdeñable.
Lo siento pero ya no tengo más. Pero estoy seguro de que gente como mis héroes locales (Napar y Pagoa) están haciendo cosas maravillosas que no he bebido todavía. Y espero hacerlo algún día.
Me despido con cariño de vosotros, os deseo buena semana, buen finde, buenos días, buenas tardes, buenas noches o lo que leches sea. Sed buenos y bebed siempre con conocimiento. Y no lo perdáis con malos brebajes, siempre con buenos.
Salut.
He juntado Navarra y País Vasco por una razón: Oír a un grupo de Navarros cantando a voz en cuello "Navarra no es Navarra, Navarra es Euskal Herría", y que unos grandes pequeños productores navarros me digan que ellos son vascos son suficientes razones para incluirlos en una sola entrada. Eso y el hecho de que no acabo de conocer tantísimas cerveceras como para separarlos tanto.
Mi primera ovación ha de ser para Naparbier. Todos conocemos a los chicos de Napar (los que estamos en este mundillo) y sabemos que las cervezas que hacen no son comunes. Son descomunales. La primera que caté de ellos fue en Birrasana, el festival de
Blanes. No solo me encantó su cerveza que sinceramente no recuerdo cuál era porque ese día iba un poco más emocionado de lo habitual, sino que he decidido tener algunas en la tienda. No es fácil, porque llevo poco tiempo, tengo muchas referencias y no me quiero colapsar. Pero he de decir que me tienen encantado.
Para que veáis hasta qué punto están buenas y son aclamados, que este lunes pasado vino a verme un comercial que las lleva en su portafolios, me ofreció la Hop Doom. Una Imperial IPA de tan solo 11,5% ABV y 300 IBUs (International Bitter Units. Otra entrada lo explico, tranquilos). Casi nada (ironía). Lo que no es ironía es que me quedé sin ni siquiera una puñetera caja. El pobre hombre, después de largarse hubo de volver a decirme expresamente que ya se habían agotado... Una gran putada.
Hablemos de las que tengo: Una amber amarga no es lo de costumbre, pero si esta buena, esta buena. Eso le pasa a ZZ+. Cremosa y de colores rojizos, esta cerveza se sale de los sabores acostumbrados, pero su amargor no es extremo. Es ligero, medio pero profundo. Se coge a la lengua y la envuelve con cariño. Janis Porter, una negra dentro de sus justas medidas. Tan oscura como su estilo indica, mantiene una buena crema de sabores tostados y de color beige que conserva debajo los aromas y sabores quemados y ligeramente a café típico de estas recetas.
Los otros, son Pagoa. Es una cervecera muy pequeñita con la que tomé contacto hace tiempo, pero al final se perdieron en el tiempo las conversaciones. Una lástima porque me encantaba esa cerveza y aquí es dificil encontrarlas. Orhi: Lager ligera y un poco amargante, Gorri: red ale afrutada y Zunbeltz: una stout nada desdeñable.
Lo siento pero ya no tengo más. Pero estoy seguro de que gente como mis héroes locales (Napar y Pagoa) están haciendo cosas maravillosas que no he bebido todavía. Y espero hacerlo algún día.
Me despido con cariño de vosotros, os deseo buena semana, buen finde, buenos días, buenas tardes, buenas noches o lo que leches sea. Sed buenos y bebed siempre con conocimiento. Y no lo perdáis con malos brebajes, siempre con buenos.
Salut.
viernes, 15 de noviembre de 2013
Las perfectas IPAs
Buenas, queridos míos.
Estamos en una entrada especial. Se la voy a dedicar a las IPAs. Para los lectores que no lo sepan, que espero sean pocos a estas alturas, IPA es la nomenclatura de Indian Pale Ale.
No tiene nada que ver con que las cervezas sean indias, pero se acerca. Es un estilo inglés nacido en la necesidad de los maestros cerveceros de S. XIX de hacer llegar las cervezas en buen estado desde las islas británicas hasta la India, donde sus soldados luchaban por mantener el Imperio entero. Cuando se dieron cuenta de que las cervezas llegaban pochas después de unos tres meses de viaje, decidieron aumentar su graduación alcohólica y los niveles de lúpulo para que aguantaran semejante trayecto. Como el tipo más común y consumido de cervezas en Reino Unido eran las Pale Ale (cervezas pálidas de alta graduación) y fueron esas recetas las que modificaron para llevarlas a la India, se les concedió ese nombre con esa nomenclatura: IPA.
Tras este apunte breve de historia, quiero darle con toda mi alma a las teclas para dar al mundo la oportunidad de conocer las mejores IPAs que he tenido el placer de testar, catar y gozar. Las perfectas IPAS.
Las IPAs bien hechas, han de darnos en la nariz con sus notas frescas, florales, de hierva, en fin. Las notas de malta han de ser armónicas, leves y de fondo.
Nos han de evocar sensaciones de profundidad con el amargor en boca. Han de ser intensas. Hierva, fruta tropical, fruta fresca o madura, naranjas, flores...
Deben ser densas. Han de dar la impresión de que podrías comértelas. El carbónico debe de ser casi inexistente. Lo justo para darle un toque a la lengua, pero sin que se note. Cuando se mueve la copa, el carbónico debe (y es un imperativo) bailar lentamente en el caldo antes de volver a su sitio: la crema, que, ha de ser densa, consistente, de burbuja pequeña.
El color es un tema en el que no me quiero meter demasiado, porque depende mucho de las maltas usadas, pero técnicamente deberían ser de colores pálidos, como indica el término inglés "Pale", pero eso no es tan importante.
Así han de ser las perfectas IPAs. Mejores que buenas. Mejores que estupendas y sobre todo, mucho mejores que "ricas".
He sido testigo de varias... qué digo varias, de muchas IPAs. He catado y testado muchas. Tantas que he llegado a estar hasta las narices de que estén de moda y de que todo el mundo, de que todos los productores hagan una o varias. Pero eso no implica que no me gusten. No implica que me encanten y que las encuentre unos de los estilos con más "estilo". Pero no todas están a la altura de ser las "Perfectas IPAs".
Unas pocas me han conquistado hasta casi llorar. La Tremenda, Gaianada, La Mola IPA, Cerdos Voladores... La exquisitez les sale por los poros de la crema. Y todas las tengo en la tienda, por si alguien quiere darse un gustazo.
Aquí acaba todo, queridos míos. Os espero aquí. Sed buenos y no hagáis nada que yo no haría, osea, no bebáis Cruzcampo. Ciao.
Estamos en una entrada especial. Se la voy a dedicar a las IPAs. Para los lectores que no lo sepan, que espero sean pocos a estas alturas, IPA es la nomenclatura de Indian Pale Ale.
No tiene nada que ver con que las cervezas sean indias, pero se acerca. Es un estilo inglés nacido en la necesidad de los maestros cerveceros de S. XIX de hacer llegar las cervezas en buen estado desde las islas británicas hasta la India, donde sus soldados luchaban por mantener el Imperio entero. Cuando se dieron cuenta de que las cervezas llegaban pochas después de unos tres meses de viaje, decidieron aumentar su graduación alcohólica y los niveles de lúpulo para que aguantaran semejante trayecto. Como el tipo más común y consumido de cervezas en Reino Unido eran las Pale Ale (cervezas pálidas de alta graduación) y fueron esas recetas las que modificaron para llevarlas a la India, se les concedió ese nombre con esa nomenclatura: IPA.
Tras este apunte breve de historia, quiero darle con toda mi alma a las teclas para dar al mundo la oportunidad de conocer las mejores IPAs que he tenido el placer de testar, catar y gozar. Las perfectas IPAS.
Las IPAs bien hechas, han de darnos en la nariz con sus notas frescas, florales, de hierva, en fin. Las notas de malta han de ser armónicas, leves y de fondo.
Nos han de evocar sensaciones de profundidad con el amargor en boca. Han de ser intensas. Hierva, fruta tropical, fruta fresca o madura, naranjas, flores...
Deben ser densas. Han de dar la impresión de que podrías comértelas. El carbónico debe de ser casi inexistente. Lo justo para darle un toque a la lengua, pero sin que se note. Cuando se mueve la copa, el carbónico debe (y es un imperativo) bailar lentamente en el caldo antes de volver a su sitio: la crema, que, ha de ser densa, consistente, de burbuja pequeña.
El color es un tema en el que no me quiero meter demasiado, porque depende mucho de las maltas usadas, pero técnicamente deberían ser de colores pálidos, como indica el término inglés "Pale", pero eso no es tan importante.
Así han de ser las perfectas IPAs. Mejores que buenas. Mejores que estupendas y sobre todo, mucho mejores que "ricas".
He sido testigo de varias... qué digo varias, de muchas IPAs. He catado y testado muchas. Tantas que he llegado a estar hasta las narices de que estén de moda y de que todo el mundo, de que todos los productores hagan una o varias. Pero eso no implica que no me gusten. No implica que me encanten y que las encuentre unos de los estilos con más "estilo". Pero no todas están a la altura de ser las "Perfectas IPAs".
Unas pocas me han conquistado hasta casi llorar. La Tremenda, Gaianada, La Mola IPA, Cerdos Voladores... La exquisitez les sale por los poros de la crema. Y todas las tengo en la tienda, por si alguien quiere darse un gustazo.
Aquí acaba todo, queridos míos. Os espero aquí. Sed buenos y no hagáis nada que yo no haría, osea, no bebáis Cruzcampo. Ciao.
miércoles, 6 de noviembre de 2013
Esto no es normal...
Hola a todos, queridos míos.
La entrada de hoy nada tiene que ver con cerveza, salvo la tienda y algún detalle lejano. Es que necesito explicarlo, porque no me lo creo todavía:
Esta tarde han entrado unos chavales con pintillas de marranetes, y como no es mi trabajo juzgarles, les he ido a atender. Cuando estaba intentando hablar con uno de ellos sobre la monería de perrete que llevaba, han entrado dos señores que han resultado ser dos Guardia Urbanos de "secreta". Se los han llevado fuera y los han cacheado ante mi mirada perpleja, puesto que no me lo esperaba, la verdad.
Al poco uno de ellos me ha entrado de nuevo para decirme "Yo la multa la puedo recurrir". Con lo que he contestado "Felicidades. A mí me da lo mismo. Ahí no me meto". El chaval por lo visto tiene ya reaños, porque sabía que no los pueden "interceptar" en un local/negocio. Solo lo pueden hacer en la calle, y por eso, ha sido "ilegal". Cómo lo sabe, no lo se, pero me lo imagino.
Todo esto venía a que los han pillado con un primo del lúpulo que me han dicho que se fuma (aunque yo nunca lo he hecho ni lo volveré ha hacer), y los han cacheado y multado. Me parece de lo más normal. Pero lo que me preocupa es que el chaval estaba asegurándose de que yo corroboraba el hecho de que cuando los han cogido, estaban dentro. En la tienda. No fuera. Y la Urbana ha entrado. No quiero pensar qué se les pasaría por la cabeza si llego a decir que no o me muestro partidario de que los empapelen...
En fin. Que no me he asustado, porque siempre llevo un lápiz afilado encima, que es más peligroso que una plumilla de abrir cajas, y porque esta tarde ya he ido al baño, que si no a lo mejor hasta me pongo imaginativo.
Sed felices, y si vais a delinquir, por favor, no intentéis resguardaros en la tienda, que ya he tenido bastante por hoy.
La entrada de hoy nada tiene que ver con cerveza, salvo la tienda y algún detalle lejano. Es que necesito explicarlo, porque no me lo creo todavía:
Esta tarde han entrado unos chavales con pintillas de marranetes, y como no es mi trabajo juzgarles, les he ido a atender. Cuando estaba intentando hablar con uno de ellos sobre la monería de perrete que llevaba, han entrado dos señores que han resultado ser dos Guardia Urbanos de "secreta". Se los han llevado fuera y los han cacheado ante mi mirada perpleja, puesto que no me lo esperaba, la verdad.
Al poco uno de ellos me ha entrado de nuevo para decirme "Yo la multa la puedo recurrir". Con lo que he contestado "Felicidades. A mí me da lo mismo. Ahí no me meto". El chaval por lo visto tiene ya reaños, porque sabía que no los pueden "interceptar" en un local/negocio. Solo lo pueden hacer en la calle, y por eso, ha sido "ilegal". Cómo lo sabe, no lo se, pero me lo imagino.
Todo esto venía a que los han pillado con un primo del lúpulo que me han dicho que se fuma (aunque yo nunca lo he hecho ni lo volveré ha hacer), y los han cacheado y multado. Me parece de lo más normal. Pero lo que me preocupa es que el chaval estaba asegurándose de que yo corroboraba el hecho de que cuando los han cogido, estaban dentro. En la tienda. No fuera. Y la Urbana ha entrado. No quiero pensar qué se les pasaría por la cabeza si llego a decir que no o me muestro partidario de que los empapelen...
En fin. Que no me he asustado, porque siempre llevo un lápiz afilado encima, que es más peligroso que una plumilla de abrir cajas, y porque esta tarde ya he ido al baño, que si no a lo mejor hasta me pongo imaginativo.
Sed felices, y si vais a delinquir, por favor, no intentéis resguardaros en la tienda, que ya he tenido bastante por hoy.
lunes, 4 de noviembre de 2013
Ave, Cerevisia. Hominum sanus te salutant.
Hola queridos todos. La entrada de hoy contiene un título cuanto más extraño. Por el nombre de mi tienda ya deberíais saber que mi latín está en un nivel altísimo, si tomamos como referencia literaria a los usuarios de Tuenti. Soltada la puya (cosa rara en mí), continuemos con el tema que hoy nos atañe.
Convencido ando de que un joven cliente me reñirá por haber escrito de mala forma el título, pero lleno de valentía me he atrevido a poner algo que más o menos reza así:
"Hola Cerveza. Los hombres sanos te saludan."
Este conveniente título hace referencia a la poco conocida cualidad de la cerveza de ser un producto altamente beneficioso para el organismo en muy diversas ramas de la salud.
Sin ir muy lejos, hoy he leído un artículo que se escribio en el 2010, en la revista Muy Interesante, en el que se reconoce que un consumo moderado de esta delicia, es beneficiosa para combatir la osteoporosis en el caso de las mujeres, ya que contiene fitoestrógenos (hormonas semejantes a los estrógenos femeninos que durante la menopausia se ven muy reducidos aumentando el riesgo de esta enfermedad de los huesos). Por no decir, que es un contenedor de importantes cantidades de minerales, como el silicio, presente en la formación de los huesos y los cartílagos.
Se ha demostrado en diversos estudios científicos, que la cerveza es un aliado de los deportistas. Contiene una cantidad elevada de minerales esenciales (silicio, magnesio, fósforo, sodio y potasio) que se han ido perdiendo durante la actividad física y que se reponen tras la ingesta. Además, al ser en un porcentaje elevado, agua, es un excelente elemento de rehidratación del organismo. Por no hablar de las vitaminas del grupo B, relacionadas con el buen funcionamiento del metabolismo. Podría casi decirse que es una bebida isotónica. Esto no significa que debamos substituir el Acuarius o el Gatorade por una Lager, ya que se recomienda beberla con moderación y tras haber realizado el ejercicio.
Xanthohumol. ¿Alguien ha oído hablar de él? Yo hasta hace nada tampoco. Resulta que este componente es un aliado en la salud. Es un componente natural que contiene el lúpulo y que se estudia como agente preventivo de enfermedades cardíacas, además de la hiperplasia benigna de próstata, o el cáncer de próstata. Es algo realmente impresionante lo que puede hacer por nosotros, los hombres, una cerveza diaria.
El contenido de lúpulo en la cerveza proporciona efectos relajantes en la bebida, ya que este elemento básico en la producción de este bebedizo pertenece a la familia de las cannabáceas. Pero tranquilos, lejos de poder colocar (a diferencia de sus primas, no contiene THC), estas flores hembra contienen una importante cantidad de antioxidantes que ayudan a prevenir otros tipos de afecciones cancerosas.
La cerveza, durante mucho tiempo ha sufrido el cliché negativo de ser un elemento dañino para las dietas, ya que se le atribuyen acciones malignas como engordar a quienes la ingestan. Malas lenguas, sin duda, ya que el alto contenido en fibras solubles de que dispone nuestra amiga, hace de ella una ayuda para nuestro sistema digestivo y de evacuación de residuos sólidos. Vamos, que ayuda a ir al baño.
Si bien es cierto que contiene hidratos de carbono, como azúcares y alcohol, también es cierto que su valor calórico es muy inferior al de los refrescos azucarados. Y sí, puede que existan los refrescos edulcorados, pero al fin y al cabo, siempre es más sano y saludable algo natural que algo hecho de sabe Dios qué. Además, la inmensa mayoría de cervezas tienen un contenido alcohólico muy bajo, con lo que no suponen un peligro para las dietas de adelgazamiento.
Es innegable la cantidad de beneficios que nos da este perfecto acompañante de platos. Esa amiga de farras y ese aliado contra a sed. Por eso, hago hincapié en ello: Bebed bien y vivid mejor, pero hacedlo con cuidado y moderación, que la buena vida, provoca adicción.
Sed felices como yo lo soy cuando me llevo una nueva cerveza a los labios y me enamoro de ella. Hasta que paséis por la tienda o por aquí otra vez.
Convencido ando de que un joven cliente me reñirá por haber escrito de mala forma el título, pero lleno de valentía me he atrevido a poner algo que más o menos reza así:
"Hola Cerveza. Los hombres sanos te saludan."
Este conveniente título hace referencia a la poco conocida cualidad de la cerveza de ser un producto altamente beneficioso para el organismo en muy diversas ramas de la salud.
Sin ir muy lejos, hoy he leído un artículo que se escribio en el 2010, en la revista Muy Interesante, en el que se reconoce que un consumo moderado de esta delicia, es beneficiosa para combatir la osteoporosis en el caso de las mujeres, ya que contiene fitoestrógenos (hormonas semejantes a los estrógenos femeninos que durante la menopausia se ven muy reducidos aumentando el riesgo de esta enfermedad de los huesos). Por no decir, que es un contenedor de importantes cantidades de minerales, como el silicio, presente en la formación de los huesos y los cartílagos.
Se ha demostrado en diversos estudios científicos, que la cerveza es un aliado de los deportistas. Contiene una cantidad elevada de minerales esenciales (silicio, magnesio, fósforo, sodio y potasio) que se han ido perdiendo durante la actividad física y que se reponen tras la ingesta. Además, al ser en un porcentaje elevado, agua, es un excelente elemento de rehidratación del organismo. Por no hablar de las vitaminas del grupo B, relacionadas con el buen funcionamiento del metabolismo. Podría casi decirse que es una bebida isotónica. Esto no significa que debamos substituir el Acuarius o el Gatorade por una Lager, ya que se recomienda beberla con moderación y tras haber realizado el ejercicio.
Xanthohumol. ¿Alguien ha oído hablar de él? Yo hasta hace nada tampoco. Resulta que este componente es un aliado en la salud. Es un componente natural que contiene el lúpulo y que se estudia como agente preventivo de enfermedades cardíacas, además de la hiperplasia benigna de próstata, o el cáncer de próstata. Es algo realmente impresionante lo que puede hacer por nosotros, los hombres, una cerveza diaria.
El contenido de lúpulo en la cerveza proporciona efectos relajantes en la bebida, ya que este elemento básico en la producción de este bebedizo pertenece a la familia de las cannabáceas. Pero tranquilos, lejos de poder colocar (a diferencia de sus primas, no contiene THC), estas flores hembra contienen una importante cantidad de antioxidantes que ayudan a prevenir otros tipos de afecciones cancerosas.
La cerveza, durante mucho tiempo ha sufrido el cliché negativo de ser un elemento dañino para las dietas, ya que se le atribuyen acciones malignas como engordar a quienes la ingestan. Malas lenguas, sin duda, ya que el alto contenido en fibras solubles de que dispone nuestra amiga, hace de ella una ayuda para nuestro sistema digestivo y de evacuación de residuos sólidos. Vamos, que ayuda a ir al baño.
Si bien es cierto que contiene hidratos de carbono, como azúcares y alcohol, también es cierto que su valor calórico es muy inferior al de los refrescos azucarados. Y sí, puede que existan los refrescos edulcorados, pero al fin y al cabo, siempre es más sano y saludable algo natural que algo hecho de sabe Dios qué. Además, la inmensa mayoría de cervezas tienen un contenido alcohólico muy bajo, con lo que no suponen un peligro para las dietas de adelgazamiento.
Es innegable la cantidad de beneficios que nos da este perfecto acompañante de platos. Esa amiga de farras y ese aliado contra a sed. Por eso, hago hincapié en ello: Bebed bien y vivid mejor, pero hacedlo con cuidado y moderación, que la buena vida, provoca adicción.
Sed felices como yo lo soy cuando me llevo una nueva cerveza a los labios y me enamoro de ella. Hasta que paséis por la tienda o por aquí otra vez.
viernes, 25 de octubre de 2013
Pero mira que eres mala...
Buenas, queridos míos todos. Os suplico dejéis de leer o tendréis una imagen de mía que no suelo compartir y de la que no me siento orgulloso: la mala leche que me corroe por dentro.
Esta es una carta de súplica a supuestos "maestros cerveceros artesanos":
Por favor: parad ya. Vosotros sabéis que no esta bien. No podéis hacernos esto al resto de los mortales que amamos la cerveza artesanal. Sabéis muy bien a quienes me refiero. A los que hacen cervezas tan malas que me hacen llorar en las solitarias tardes que me dedico a catar mercancía.
Si no tenéis ni puñetera idea de cómo hacer una cerveza en condiciones, con todos mis respetos, no las hagáis. Dejad que los sabios del caldo hagan sus brebajes mágicos, que ya son muchos y muy buenos. No os entrometáis en cosas como estas si no sois capaces de generar un producto en condiciones.
He tenido el dudoso placer de catar en grupo unas cuantas cervezas que esperaba no me dejaran indiferente. La verdad, es que no me dejaron indiferente ni satisfecho. Ni a mí ni al resto del grupo.
"Les falta algo". Es la frase que me comentó una de las personas que participaron en la cata que realicé. Y desde luego no se podían definir mejor. Les falta de todo. Crema, aroma, sabor, persistencia en boca... A algunas hasta les encuentro les sobra algo. Ese algo en casi todas es el carbónico. No me puedo estar tomando una English Ale artesanal española y que el exceso de carbónico me produzca una arcada... Ni que fuera una Barley Wine... Que por cierto, me encantan. Las BW.
Siento mucho tener que decirlo, y de verdad que lo siento cuando lo digo, pero estas porquerías son las que les dan mal nombre a las artesanales. Y lo digo con conocimiento. No es la primera vez que me discuto con algún ignorante que su opinión sobre la cerveza artesanal es que es "una mierda". Suerte tienen de que soy una persona cabal y he dejado de llevar cadenas de acero como en mi juventud más cañera, pero es que tienen razón. A medias. Si van y prueban un par de ñordos artesanales que sabe Dios de dónde han salido, como buenos analfabetos de la cultura breweriana, concretarán unos parámetros que no se coinciden con la verdad, pero sí con un pequeño segmento que nos destroza la boca a base de bien.
Vuelvo a sentirlo mucho cuando digo que algún día no muy lejano, todos estos gañanes de la cerveza acabaran por desaparecer en la más absoluta y ridícula ignorancia general. Lo malo no es que dejen de hacer la cerveza, eso será bueno. No. Lo malo es que muchos de estos espabilados que se han motivado mucho y han estudiado y experimentado poco, es que han pedido créditos para montarse las micro cerveceras y se los van a comer con patatas. Y Ya os digo yo que el banco no hace nada con una pequeña fábrica de algo que no sabe a lo que pretende. Lo malo es que ya han hecho daño con sus malas recetas, que dan a entender que una botella de Steinburg del Mercadona es mil veces mejor que esas "cosas" caseras que tienen intención de hacerle la competencia a la Cruzcampo.
Perdón si me extralimito en mis funciones de profesional, pero como público objetivo que soy creo que lo he de decir.
Vuelvo a pedir disculpas por los posibles daños morales que puedan causar mis sinceras palabras. Mi intención no es enfadar a nadie, aunque pueda parecer lo contrario. No voy a jugar a eso de "El que se pica ajos come" porque pueden haber algunos buenos productores de grandes cervezas que no se hayan percatado de que no me refiero a ellos. Tampoco pienso soltar un "yo lo haría mejor con los pies" porque sería mentira. Prefiero dejar el asunto a los que tienen capacidad, huevos y las ideas claras. Y creo que vosotros, los que hacéis cerveza que no pienso volver a probar en la puñetera vida, deberías optar por los mismo, o por la opción de hacer de aprendices hasta que la cerveza salga bien u os deis cuenta de que no valéis para esto.
Os voy a dejar una frase que espero os haga pensar. No es de mi cosecha, ni tiene que ver exactamente con el tema, pero si le cambiáis cuatro palabras, entenderéis el sentido.
"El que se cree que montar un bar es trabajo fácil, es que no ha trabajado nunca en uno. Luego te hacen unos bocadillos de mierda o no tienen cojones de hacerte unas bravas en condiciones".
Insisto: Siento ser tan duro, pero me estoy tomando una (cuyo nombre no pienso pronunciar aquí por respeto al trabajo que ha conllevado realizar a la susodicha), y no tengo claro si acabar con ella, porque creo que si lo hago será ella la que acabará conmigo, y eso me pone de muy mala leche en una tarde tan bonita como esta.
Que seáis felices, amados míos. Mirad bien lo que bebéis, que no os engañen. Que os digan la verdad.
Salut!
Esta es una carta de súplica a supuestos "maestros cerveceros artesanos":
Por favor: parad ya. Vosotros sabéis que no esta bien. No podéis hacernos esto al resto de los mortales que amamos la cerveza artesanal. Sabéis muy bien a quienes me refiero. A los que hacen cervezas tan malas que me hacen llorar en las solitarias tardes que me dedico a catar mercancía.
Si no tenéis ni puñetera idea de cómo hacer una cerveza en condiciones, con todos mis respetos, no las hagáis. Dejad que los sabios del caldo hagan sus brebajes mágicos, que ya son muchos y muy buenos. No os entrometáis en cosas como estas si no sois capaces de generar un producto en condiciones.
He tenido el dudoso placer de catar en grupo unas cuantas cervezas que esperaba no me dejaran indiferente. La verdad, es que no me dejaron indiferente ni satisfecho. Ni a mí ni al resto del grupo.
"Les falta algo". Es la frase que me comentó una de las personas que participaron en la cata que realicé. Y desde luego no se podían definir mejor. Les falta de todo. Crema, aroma, sabor, persistencia en boca... A algunas hasta les encuentro les sobra algo. Ese algo en casi todas es el carbónico. No me puedo estar tomando una English Ale artesanal española y que el exceso de carbónico me produzca una arcada... Ni que fuera una Barley Wine... Que por cierto, me encantan. Las BW.
Siento mucho tener que decirlo, y de verdad que lo siento cuando lo digo, pero estas porquerías son las que les dan mal nombre a las artesanales. Y lo digo con conocimiento. No es la primera vez que me discuto con algún ignorante que su opinión sobre la cerveza artesanal es que es "una mierda". Suerte tienen de que soy una persona cabal y he dejado de llevar cadenas de acero como en mi juventud más cañera, pero es que tienen razón. A medias. Si van y prueban un par de ñordos artesanales que sabe Dios de dónde han salido, como buenos analfabetos de la cultura breweriana, concretarán unos parámetros que no se coinciden con la verdad, pero sí con un pequeño segmento que nos destroza la boca a base de bien.
Vuelvo a sentirlo mucho cuando digo que algún día no muy lejano, todos estos gañanes de la cerveza acabaran por desaparecer en la más absoluta y ridícula ignorancia general. Lo malo no es que dejen de hacer la cerveza, eso será bueno. No. Lo malo es que muchos de estos espabilados que se han motivado mucho y han estudiado y experimentado poco, es que han pedido créditos para montarse las micro cerveceras y se los van a comer con patatas. Y Ya os digo yo que el banco no hace nada con una pequeña fábrica de algo que no sabe a lo que pretende. Lo malo es que ya han hecho daño con sus malas recetas, que dan a entender que una botella de Steinburg del Mercadona es mil veces mejor que esas "cosas" caseras que tienen intención de hacerle la competencia a la Cruzcampo.
Perdón si me extralimito en mis funciones de profesional, pero como público objetivo que soy creo que lo he de decir.
Vuelvo a pedir disculpas por los posibles daños morales que puedan causar mis sinceras palabras. Mi intención no es enfadar a nadie, aunque pueda parecer lo contrario. No voy a jugar a eso de "El que se pica ajos come" porque pueden haber algunos buenos productores de grandes cervezas que no se hayan percatado de que no me refiero a ellos. Tampoco pienso soltar un "yo lo haría mejor con los pies" porque sería mentira. Prefiero dejar el asunto a los que tienen capacidad, huevos y las ideas claras. Y creo que vosotros, los que hacéis cerveza que no pienso volver a probar en la puñetera vida, deberías optar por los mismo, o por la opción de hacer de aprendices hasta que la cerveza salga bien u os deis cuenta de que no valéis para esto.
Os voy a dejar una frase que espero os haga pensar. No es de mi cosecha, ni tiene que ver exactamente con el tema, pero si le cambiáis cuatro palabras, entenderéis el sentido.
"El que se cree que montar un bar es trabajo fácil, es que no ha trabajado nunca en uno. Luego te hacen unos bocadillos de mierda o no tienen cojones de hacerte unas bravas en condiciones".
Insisto: Siento ser tan duro, pero me estoy tomando una (cuyo nombre no pienso pronunciar aquí por respeto al trabajo que ha conllevado realizar a la susodicha), y no tengo claro si acabar con ella, porque creo que si lo hago será ella la que acabará conmigo, y eso me pone de muy mala leche en una tarde tan bonita como esta.
Que seáis felices, amados míos. Mirad bien lo que bebéis, que no os engañen. Que os digan la verdad.
Salut!
viernes, 18 de octubre de 2013
Nas d'escuma: Un intento de crear cultura más allá del vino.
Queridos míos, algunos de vosotros no sabréis esto, pero va siendo hora de que os lo diga alguien: Papa Noel no existe, y el vino no es la única bebida que se puede tomar comiendo. Lo primero es posible que ya lo intuyerais, sobre todo porque mis clientes y lectores son todos mayores de edad, pero lo segundo es algo que la gente no acaba de comprender.
Es cierto. La cerveza es un magnífico acompañante para los platos más exquisitos, o incluso para los platos más sencillos. Muchos de vosotros cuando venís ala tienda y me decís que queréis una cerveza para cenar, no me tiro el royo ni estoy intentando que me invitéis a vuestros hogares a compartir plato con la pregunta "¿Qué vas a cenar?". Realmente me interesa que os llevéis una grata sensación a acompañar una cena con una cerveza adecuada. Puede parecer una tontería para ojos de los profanos, pero no lo es en absoluto.
Bajo este mismo "mantra" nos movemos muchas personas. Queremos dar a conocer este producto como un aliado para la cocina creativa, o incluso, para la cocina más casera o sencilla. Sentimos la necesidad de que el mundo comprenda que no siempre hay que sentarse a la mesa con un vino tinto de Somontano para degustar una carne de caza, ni un albariño para acompañar una mariscada. Hay mucho más.
Esas personas de las que hablo nos hemos reunido (no todas, evidentemente o no habría sala donde meternos...). Nos hemos juntado y hemos participado en el primer concurso de Sommeliers de cerveza que se ha organizado aquí, bajo el título de Nas d'escuma.
El concurso lo han organizado los muchachos de Homo Sibaris, un pequeño taller culinario donde se entrelaza la cerveza artesana y la cocina. Han participado en calidad de patrocinadores del evento: Pilsner Urquel (regalo de un viaje a república checa para visitar Paga y la fábrica de Pilsner Urquel con los gastos pagados al primer clasificado). El "Gremi d'Elavoradors de Cervesa Artesana i Natural" o GECAN (1000€ para el primer clasificado). "Gruit Projects" (con 300€ para el segundo clasificado). J. Loca, (un artista barcelonés que ha donado una obra de arte dedicada al lúpulo, para el segundo clasificado). "La cuina de l'Uribou" (para el tercer clasificado, una cena en uno de los restaurantes japoneses con mejor recomendación, donde además sirven cervezas artesanales, todo un logro en el mundo de la hostelería, y cuyo ejemplo espero se extienda). Gothia Launia, una cervecera artesana barcelonesa que ha ayudado a hacer posible el evento con su patrocinio. Todo esto en una de las salas del Col·legi d'ingeniers Agrònoms de Catalunya, que han tenido la amabilidad de acogernos y aguantar nuestras idas y venidas todo el día.
Estas son las vistas que he podido disfrutar durante los ratos de espera.
Es cierto. La cerveza es un magnífico acompañante para los platos más exquisitos, o incluso para los platos más sencillos. Muchos de vosotros cuando venís ala tienda y me decís que queréis una cerveza para cenar, no me tiro el royo ni estoy intentando que me invitéis a vuestros hogares a compartir plato con la pregunta "¿Qué vas a cenar?". Realmente me interesa que os llevéis una grata sensación a acompañar una cena con una cerveza adecuada. Puede parecer una tontería para ojos de los profanos, pero no lo es en absoluto.
Bajo este mismo "mantra" nos movemos muchas personas. Queremos dar a conocer este producto como un aliado para la cocina creativa, o incluso, para la cocina más casera o sencilla. Sentimos la necesidad de que el mundo comprenda que no siempre hay que sentarse a la mesa con un vino tinto de Somontano para degustar una carne de caza, ni un albariño para acompañar una mariscada. Hay mucho más.
Esas personas de las que hablo nos hemos reunido (no todas, evidentemente o no habría sala donde meternos...). Nos hemos juntado y hemos participado en el primer concurso de Sommeliers de cerveza que se ha organizado aquí, bajo el título de Nas d'escuma.
El concurso lo han organizado los muchachos de Homo Sibaris, un pequeño taller culinario donde se entrelaza la cerveza artesana y la cocina. Han participado en calidad de patrocinadores del evento: Pilsner Urquel (regalo de un viaje a república checa para visitar Paga y la fábrica de Pilsner Urquel con los gastos pagados al primer clasificado). El "Gremi d'Elavoradors de Cervesa Artesana i Natural" o GECAN (1000€ para el primer clasificado). "Gruit Projects" (con 300€ para el segundo clasificado). J. Loca, (un artista barcelonés que ha donado una obra de arte dedicada al lúpulo, para el segundo clasificado). "La cuina de l'Uribou" (para el tercer clasificado, una cena en uno de los restaurantes japoneses con mejor recomendación, donde además sirven cervezas artesanales, todo un logro en el mundo de la hostelería, y cuyo ejemplo espero se extienda). Gothia Launia, una cervecera artesana barcelonesa que ha ayudado a hacer posible el evento con su patrocinio. Todo esto en una de las salas del Col·legi d'ingeniers Agrònoms de Catalunya, que han tenido la amabilidad de acogernos y aguantar nuestras idas y venidas todo el día.
Estas son las vistas que he podido disfrutar durante los ratos de espera.
Nos hemos presentado un total aproximado de 20-22 personas... No recuerdo bien. Tantos nervios pasan factura, jejeje.
No voy a engañaros. He perdido como un bellaco, pero me llevo algo mejor que el premio (bueno... casi tan bueno... en fin, a quien quiero engañar... el premio hubiera sido la leche): humildad, colegas y nuevas perspectivas de este mundo tan pequeño y que se nos va haciendo mayor poco a poco.
El nivel de los concursantes con los que he competido ha sido, sinceramente, aterrador. La inmensa mayoría eran productores, sommeliers y gente muy preparada. Solo una minoría nos hemos lanzado a la piscina sin flotador, pero oye, nos lo hemos pasado bien y hemos participado, y eso no nos lo quita nadie.
He conocido gente muy interesante, como por ejemplo un gran hombre del que quiero aprender más cosas: Gonzalo. Guardianes de la cerveza es su página de blogero. Me ha dado conversación y muchos datos interesantes que no serán desechados. Gracias Gonzalo. Sigue como hasta ahora.
Otro buen conocido, Edgar Rodriguez, sommelier del restaurante "El Racó d'en Cesc". Nos hemos dado tema durante un buen rato, y me gustaría poder visitar un día.
Espero poder coincidir con ellos siempre que nos sean favorables los vientos, entre otros también con Bernat, Sami, Javier, Ramón, Alex, Pablo... No se... Tantos nombres y tan poca memoria...
Lamentablemente, siendo eliminado en la mañana no he podido acceder a la posibilidad de ninguno de los premios, y he preferido no asistir a la entrega porque el deber me llama y la tienda es lo primero de la lista de cosas pendientes (y no quería morder a nadie :p ).
Los tres finalistas del concurso se han sido... ¡Trrrrrrtrrrrrtrrrrrrrtrrrrrrrrtrrrrrrtn! (redoble de tambores) Tercer premio, Joaquín Jané, con título de sommelier por el CETT y propietario de La cervecita nuestra de cada día. El segundo finalista, el maestro cervecero de Edbeer, Pablo Vijande, además de profesor en el VFC. Y el primer premio, para Edu, maestrazo de Cerveza Fort, que por lo que se aún le dura la alegría y la sorpresa.
Mi más sincera felicitación a los tres, espero que disfruten de sus premios y espero podamos vernos de nuevo en circunstancias más favorables para mi persona, porque me han machacado, jejeje.
Guardaré con cariño las nobles intenciones con las que se ha promovido esta actividad, y haré lo posible para que el año que viene la gente se interese más por este tema.
Me despido no sin antes dejaros en la memoria ocular un par de fotos de cómo se ha vivido esto. Sed todo lo buenos que yo no suelo ser. Salud y buena birra.
No voy a engañaros. He perdido como un bellaco, pero me llevo algo mejor que el premio (bueno... casi tan bueno... en fin, a quien quiero engañar... el premio hubiera sido la leche): humildad, colegas y nuevas perspectivas de este mundo tan pequeño y que se nos va haciendo mayor poco a poco.
El nivel de los concursantes con los que he competido ha sido, sinceramente, aterrador. La inmensa mayoría eran productores, sommeliers y gente muy preparada. Solo una minoría nos hemos lanzado a la piscina sin flotador, pero oye, nos lo hemos pasado bien y hemos participado, y eso no nos lo quita nadie.
He conocido gente muy interesante, como por ejemplo un gran hombre del que quiero aprender más cosas: Gonzalo. Guardianes de la cerveza es su página de blogero. Me ha dado conversación y muchos datos interesantes que no serán desechados. Gracias Gonzalo. Sigue como hasta ahora.
Otro buen conocido, Edgar Rodriguez, sommelier del restaurante "El Racó d'en Cesc". Nos hemos dado tema durante un buen rato, y me gustaría poder visitar un día.
Espero poder coincidir con ellos siempre que nos sean favorables los vientos, entre otros también con Bernat, Sami, Javier, Ramón, Alex, Pablo... No se... Tantos nombres y tan poca memoria...
Lamentablemente, siendo eliminado en la mañana no he podido acceder a la posibilidad de ninguno de los premios, y he preferido no asistir a la entrega porque el deber me llama y la tienda es lo primero de la lista de cosas pendientes (y no quería morder a nadie :p ).
Los tres finalistas del concurso se han sido... ¡Trrrrrrtrrrrrtrrrrrrrtrrrrrrrrtrrrrrrtn! (redoble de tambores) Tercer premio, Joaquín Jané, con título de sommelier por el CETT y propietario de La cervecita nuestra de cada día. El segundo finalista, el maestro cervecero de Edbeer, Pablo Vijande, además de profesor en el VFC. Y el primer premio, para Edu, maestrazo de Cerveza Fort, que por lo que se aún le dura la alegría y la sorpresa.
Mi más sincera felicitación a los tres, espero que disfruten de sus premios y espero podamos vernos de nuevo en circunstancias más favorables para mi persona, porque me han machacado, jejeje.
Guardaré con cariño las nobles intenciones con las que se ha promovido esta actividad, y haré lo posible para que el año que viene la gente se interese más por este tema.
Me despido no sin antes dejaros en la memoria ocular un par de fotos de cómo se ha vivido esto. Sed todo lo buenos que yo no suelo ser. Salud y buena birra.
Examen escrito. Muy chungo. |
Cata olfativa triangular. Un desastre para alguien congestionado... |
lunes, 7 de octubre de 2013
Hoy solo agüita fresca...
Hola, queridos todos. Estamos a lunes y como cada día me he levantado para venir a trabajar. Evidentemente a primera hora, salvo algún día puntual en el que me rompe la norma, no entra ni el aire, y es por eso por lo que le dedico la primera hora a hacer recuentos, cálculos, pasar a limpio pedidos futuros, etc. Hoy no estoy para esas cosas. Prefiero sentarme y ponerme a explicar porqué hoy (y muy posiblemente el resto de la semana) solo voy a beber agua.
Como pocos sabréis, este fin de semana han convergido los astros, marte se ha alineado con Plutón, y la luna ha salido por la mañana. Todas esas cosas han hecho posible algo que últimamente no consigo hacer ni de Blas: Ir a un festival de cervezas.
La mala leche me la he cogido cuando he querido acercarme al festival de Les Corts. Era en sábado, y yo los sábados los trabajo... Debí haberme apuntado al calendario Hebreo... En fin. Lo bueno y lo que me calmó y animó es que el festival de Sabadell estuvo durante 3 días: Viernes, Sábado y Domingo. Yo no trabajo los Domingos, porque soy una tienda, por mucho que algunos de mis allegados se empecinen en que tengo un bar... Volviendo al tema que me desvío... Yo el Domingo tengo fiesta, así que después de comer en casa de la abuela para su cumpleaños (Felicidades Yaya), tomarme una Rosita d'ívori y ver aterrado cómo la familia se la pimpla sin miramientos directamente de la botella, comer como un cochino, tomarme un Chivas 12 (soy más de Knockando 21, pero en fin) ir a casa y dejar a mi amante esposa corrigiendo trabajos de sus alumnos, me lancé a la aventura de coger un tren y plantarme en Sabadell Centre donde en el recinto ferial, aislado del mal tiempo me esperaban los restos de la Fira de Cervesa Artesana de Sabadell.
Digo los restos, porque solo pude estar las últimas cuatro horas del festival, lo que implica que si se acaba un barril de alguna que querías catar, pues como que vas y te j***s. En fin.
La bendición y la maldición de ser un profesional de las cervezas, es que lo más probable es que acabes no pagando por nada, o por casi nada. Parece complejo pero no lo es. Es una bendición porque bebes y no pagas, es una maldición porque bebes y bebes intentando probar el máximo de cervezas sin morir en el intento, y cuando tienen tantas variedades... es casi imposible.
La primera parada, fue la recogida de mi vaso. Tengo la costumbre de comprar siempre el vaso por dos cosas básicas: sin vaso no ponen cerveza y los colecciono. Pasada la entrada, intentando saludar a uno de mis proveedores, acabé por pasar de largo. Tenía demasiada gente y no quería estorbar. Segunda parada: La Moska de Girona. Maldita sea mi mala memoria para los nombres... Me tomé la primera. Una torrada. De hecho, fue la primera que me bebí en el festival y coincidió con la primera cerveza que caté de La Moska de Girona hace ya bastante, y que lejos de sorprenderme, me gustó tanto o más que el primer día.
Alex. Siempre que Alex va un festival, si puedo ir, voy a saludarlo. Esta vez comparte parada con los chicos de Birra 08.
Me pone una Glops Munich by the face. Hablamos y reímos. Otra, que la tarde es joven y el tío esta loco. Unas bromas, unas confidencias y una advertencia: "Macho, como no te cuides un día te van a encontrar flotando bocabajo en una cuba de fermentación". La réplica: "Psh... Que si he de escoger... es una buena forma". Está como una puñetera cabra, pero le tengo mucho cariño. Bromas grotescas y bizarras dignas de dos personajes como Alex y yo. Apuro mi vaso y me niego a seguir bebiendo la deliciosa Munich que con tanto ahínco me ofrece.
Me voy que si no no pruebo otras cosas y paso a saludar a la encantadora pareja de As. Una IPA para el cuerpo, las otras dos ya las he probado y me encantan. Más bromas, un poco de charla productiva y me largo a otro puesto. Sinceramente, no recuerdo a cual... Creo que acabé hablando con Aràn, de la cervecera suriana La Pirata, donde estaba dispuesto a tomarme una saison (Mayo), pero el muy bellaco me informa de que se le ha acabado el barril y me regala una botella... ¿Veis como es mala persona? Si ya lo dije yo en la entrada "¡¡¡Yo os maldigo (pero con amor y cariño, que conste en acta)!!!". Un poco de charla con un señor con más barba que yo y con una melopea mayor que la mía, el cual me informa de que no está de acuerdo con el eslogan de su camiseta que rezaba en inglés "No desperdicies agua, bebe Chouffe". Por lo visto no me gusta la Chouffe... ¿Qué le vamos a hacer? Me bebo mi AIPA y continuo la charla con Ana, una encantadora muchacha de Nogne en la parada de La Pirata. Creo que he bebido bastante y tras despedirme con un "choca esos cinco" continuo la aventura.
Me detengo en L'Anjub, los cuales no me conocían, pero eso no fue problema para servirme un par de sus magnificas cervezas y que espero tener dentro de poco en tienda. Charla trascendente y no tan trascendente. Voy ya un poco malamente y no controlo mis nervios. Me emociono cada vez que me meto en la boca su caldo... "-Vas nerviós, eh? jejeje. -Sí, es que m'emociono". Me acabo la negra excelente y me despido para acabar en La Petra. El muchacho me recuerda vagamente, pero sabe que me ha visto en alguna parte en algún momento de su vida. Poca charla, muy correcto, intercambiamos tarjetas (como llevo toda la noche haciendo), me acabo su triple IPA (creo que esa eso) y aparece uno de los malvados de Les Clandestines de Montferri, con sus malvadamente estupendas birras. Acometo verbalmente contra su Gaianada 1921, por provocarme exceso de placer el día que la probé y se ríe. Me invita a su parada y continuamos la charla con otra maldita Gaianada que me estremece de placer y me pone más nervioso de lo que ya estoy. Me largo antes de que intente hacerme algo peor, como ponerme una Atheus o qué se yo... Son como los camellos: Te dan una y ya estas enganchado, y ya no puedes parar de cogerles. Son malvados.
Más allá de eso, creo que acabé en la parada de mi querido competidor, Jordi Expósito. Digo querido de verdad. Es un buen tío y él ya sabe mis opiniones sobre la fauna que puebla este mundillo. Aprovecho y lo saludo, por si me lee. ¡Hey, hola, Jordi!
Volvamos: me colé con Curro, otro de mis proveedores en su parada y estuvimos bebiendo un poco de checas. Muy buenas. No excelentes, pero sí muy buenas. Una que me dejó un poco descolocado fue una elaborada con panal de abejas. Con toda la contra de ser predeciblemente dulce, tenía un punto ácido muy ligero debido a que no esta echo con miel, sino con los panales. Curiosa y buena.
Prosigo antes de que se acabe la noche, que es corta y voy a que uno de mis proveedores me regale una copa de la lager de Harvestoun. Me gusta el color y el aroma. Me encanta el sabor. Como todas las de Harvestoun, estupenda. Me como su queso y me bebo su cerveza. Ya hablaremos.
Me paso por la parada de La Brava. Mi cuñada me prometió una cerveza si me pasaba y decía que la conozco. Cumplieron. Es estupenda esa cerveza con jengibre que me dieron. Hubiera estado mejor con un poco de sushi, pero no estaba en el lugar adecuado. Me regalan dos de sus cervezas para que las pruebe en casa, me acabo la que tengo y me despido tras hacer algunas bromas picantonas.
Poca cosa recuerdo... Creo que Alex me encontró medio perdido y me amenazó con otra cerveza gratis. Esta vez, en una parada que no es la suya. Toma, bebe.
Te quiero, Matilda. Me has enamorado. Pero es un amor solo para nosotros. Es sincero, puro y complejo. En el barrio no te entenderían. No están preparados para tenerte. Así se lo hago saber a su hacedor.
Me explico: Matilda es (creo) la última creación de Art Cervesers. Una excelente Wild Ale que sinceramente no puedo recordar entera por su increíble complejidad y porque mi memoria recuerda flashes visuales, pero ya está. El comentario de la noche que me acabó de poner tontorrón fue, con sincera admiración por parte de mi interlocutor, "Que ets somiller?" (¿Que eres somelier?), cuando empecé a describirla. Tuve que decir que ojalá, porque seguramente me van a machacar en Nas d'escuma viendo el percal y quienes se presentan...
Me voy echando chispas a mear por nonagésima vez en la tarde y me encuentro con Vijande, el maestro cervecero vaciando la maquinaria de refrigeración. Un poco de charla rápida mientras acabo de lavarme las manos, me regala una botella de EdBeer como tarjeta de visita cuando nos acercamos a su coche, que está dentro del recinto para facilitar la carga de los bártulos, se lo agradezco y le comento que ya nos veremos en Nas d'escuma, cuando me muela a palos (esto último solo lo pienso, no se lo digo).
Ayudo a cargar una máquina refrigeradora a Alex y me voy yendo. Acabo por fin en la parada de Binefa y lo saludo. Me regala otra cerveza. Esta vez una Ibuprofano de Reptilian. Voy cargado como las mulas con tanta botella.
Me han faltado cervezas que probar y gente con la que hablar, pero con solo 4 horas, es muy difícil hacer el trabajo. Sólo un Papa Noel sería capaz de haberlo conseguido, pero no se da el caso.
Me largo feliz y contento a casa con la esperanza de llegar. Llego. Se acabó el fin de semana, maldita sea...
Bueno. Esa es la razón por la que estoy a dieta de agua parafraseando a mi grupo favorito, Els Pets:
"Dilluns vas de resaca, no t'has recuperat. Dimarts mires que et queda, i és una eternitat".
Portaros bien, y si me visitáis, traedme un protector de estómago, que no me irá mal...
P.D: El resumen del festival, no incluye los comentarios del director, por ser demasiado bárbaros y excesivamente bastos. Pero tranquilos, amados míos, no necesitáis saberlo todo, o me dejaríais de ver con buenos ojos.
P.P.D: Se que las fotos no son gran cosa, pero es que no me acuerdo nunca de que mi móvil lleva cámara...
Como pocos sabréis, este fin de semana han convergido los astros, marte se ha alineado con Plutón, y la luna ha salido por la mañana. Todas esas cosas han hecho posible algo que últimamente no consigo hacer ni de Blas: Ir a un festival de cervezas.
La mala leche me la he cogido cuando he querido acercarme al festival de Les Corts. Era en sábado, y yo los sábados los trabajo... Debí haberme apuntado al calendario Hebreo... En fin. Lo bueno y lo que me calmó y animó es que el festival de Sabadell estuvo durante 3 días: Viernes, Sábado y Domingo. Yo no trabajo los Domingos, porque soy una tienda, por mucho que algunos de mis allegados se empecinen en que tengo un bar... Volviendo al tema que me desvío... Yo el Domingo tengo fiesta, así que después de comer en casa de la abuela para su cumpleaños (Felicidades Yaya), tomarme una Rosita d'ívori y ver aterrado cómo la familia se la pimpla sin miramientos directamente de la botella, comer como un cochino, tomarme un Chivas 12 (soy más de Knockando 21, pero en fin) ir a casa y dejar a mi amante esposa corrigiendo trabajos de sus alumnos, me lancé a la aventura de coger un tren y plantarme en Sabadell Centre donde en el recinto ferial, aislado del mal tiempo me esperaban los restos de la Fira de Cervesa Artesana de Sabadell.
Digo los restos, porque solo pude estar las últimas cuatro horas del festival, lo que implica que si se acaba un barril de alguna que querías catar, pues como que vas y te j***s. En fin.
La bendición y la maldición de ser un profesional de las cervezas, es que lo más probable es que acabes no pagando por nada, o por casi nada. Parece complejo pero no lo es. Es una bendición porque bebes y no pagas, es una maldición porque bebes y bebes intentando probar el máximo de cervezas sin morir en el intento, y cuando tienen tantas variedades... es casi imposible.
La primera parada, fue la recogida de mi vaso. Tengo la costumbre de comprar siempre el vaso por dos cosas básicas: sin vaso no ponen cerveza y los colecciono. Pasada la entrada, intentando saludar a uno de mis proveedores, acabé por pasar de largo. Tenía demasiada gente y no quería estorbar. Segunda parada: La Moska de Girona. Maldita sea mi mala memoria para los nombres... Me tomé la primera. Una torrada. De hecho, fue la primera que me bebí en el festival y coincidió con la primera cerveza que caté de La Moska de Girona hace ya bastante, y que lejos de sorprenderme, me gustó tanto o más que el primer día.
Alex. Siempre que Alex va un festival, si puedo ir, voy a saludarlo. Esta vez comparte parada con los chicos de Birra 08.
Me pone una Glops Munich by the face. Hablamos y reímos. Otra, que la tarde es joven y el tío esta loco. Unas bromas, unas confidencias y una advertencia: "Macho, como no te cuides un día te van a encontrar flotando bocabajo en una cuba de fermentación". La réplica: "Psh... Que si he de escoger... es una buena forma". Está como una puñetera cabra, pero le tengo mucho cariño. Bromas grotescas y bizarras dignas de dos personajes como Alex y yo. Apuro mi vaso y me niego a seguir bebiendo la deliciosa Munich que con tanto ahínco me ofrece.
Me voy que si no no pruebo otras cosas y paso a saludar a la encantadora pareja de As. Una IPA para el cuerpo, las otras dos ya las he probado y me encantan. Más bromas, un poco de charla productiva y me largo a otro puesto. Sinceramente, no recuerdo a cual... Creo que acabé hablando con Aràn, de la cervecera suriana La Pirata, donde estaba dispuesto a tomarme una saison (Mayo), pero el muy bellaco me informa de que se le ha acabado el barril y me regala una botella... ¿Veis como es mala persona? Si ya lo dije yo en la entrada "¡¡¡Yo os maldigo (pero con amor y cariño, que conste en acta)!!!". Un poco de charla con un señor con más barba que yo y con una melopea mayor que la mía, el cual me informa de que no está de acuerdo con el eslogan de su camiseta que rezaba en inglés "No desperdicies agua, bebe Chouffe". Por lo visto no me gusta la Chouffe... ¿Qué le vamos a hacer? Me bebo mi AIPA y continuo la charla con Ana, una encantadora muchacha de Nogne en la parada de La Pirata. Creo que he bebido bastante y tras despedirme con un "choca esos cinco" continuo la aventura.
Me detengo en L'Anjub, los cuales no me conocían, pero eso no fue problema para servirme un par de sus magnificas cervezas y que espero tener dentro de poco en tienda. Charla trascendente y no tan trascendente. Voy ya un poco malamente y no controlo mis nervios. Me emociono cada vez que me meto en la boca su caldo... "-Vas nerviós, eh? jejeje. -Sí, es que m'emociono". Me acabo la negra excelente y me despido para acabar en La Petra. El muchacho me recuerda vagamente, pero sabe que me ha visto en alguna parte en algún momento de su vida. Poca charla, muy correcto, intercambiamos tarjetas (como llevo toda la noche haciendo), me acabo su triple IPA (creo que esa eso) y aparece uno de los malvados de Les Clandestines de Montferri, con sus malvadamente estupendas birras. Acometo verbalmente contra su Gaianada 1921, por provocarme exceso de placer el día que la probé y se ríe. Me invita a su parada y continuamos la charla con otra maldita Gaianada que me estremece de placer y me pone más nervioso de lo que ya estoy. Me largo antes de que intente hacerme algo peor, como ponerme una Atheus o qué se yo... Son como los camellos: Te dan una y ya estas enganchado, y ya no puedes parar de cogerles. Son malvados.
Más allá de eso, creo que acabé en la parada de mi querido competidor, Jordi Expósito. Digo querido de verdad. Es un buen tío y él ya sabe mis opiniones sobre la fauna que puebla este mundillo. Aprovecho y lo saludo, por si me lee. ¡Hey, hola, Jordi!
Volvamos: me colé con Curro, otro de mis proveedores en su parada y estuvimos bebiendo un poco de checas. Muy buenas. No excelentes, pero sí muy buenas. Una que me dejó un poco descolocado fue una elaborada con panal de abejas. Con toda la contra de ser predeciblemente dulce, tenía un punto ácido muy ligero debido a que no esta echo con miel, sino con los panales. Curiosa y buena.
Prosigo antes de que se acabe la noche, que es corta y voy a que uno de mis proveedores me regale una copa de la lager de Harvestoun. Me gusta el color y el aroma. Me encanta el sabor. Como todas las de Harvestoun, estupenda. Me como su queso y me bebo su cerveza. Ya hablaremos.
Me paso por la parada de La Brava. Mi cuñada me prometió una cerveza si me pasaba y decía que la conozco. Cumplieron. Es estupenda esa cerveza con jengibre que me dieron. Hubiera estado mejor con un poco de sushi, pero no estaba en el lugar adecuado. Me regalan dos de sus cervezas para que las pruebe en casa, me acabo la que tengo y me despido tras hacer algunas bromas picantonas.
Poca cosa recuerdo... Creo que Alex me encontró medio perdido y me amenazó con otra cerveza gratis. Esta vez, en una parada que no es la suya. Toma, bebe.
Te quiero, Matilda. Me has enamorado. Pero es un amor solo para nosotros. Es sincero, puro y complejo. En el barrio no te entenderían. No están preparados para tenerte. Así se lo hago saber a su hacedor.
Me explico: Matilda es (creo) la última creación de Art Cervesers. Una excelente Wild Ale que sinceramente no puedo recordar entera por su increíble complejidad y porque mi memoria recuerda flashes visuales, pero ya está. El comentario de la noche que me acabó de poner tontorrón fue, con sincera admiración por parte de mi interlocutor, "Que ets somiller?" (¿Que eres somelier?), cuando empecé a describirla. Tuve que decir que ojalá, porque seguramente me van a machacar en Nas d'escuma viendo el percal y quienes se presentan...
Me voy echando chispas a mear por nonagésima vez en la tarde y me encuentro con Vijande, el maestro cervecero vaciando la maquinaria de refrigeración. Un poco de charla rápida mientras acabo de lavarme las manos, me regala una botella de EdBeer como tarjeta de visita cuando nos acercamos a su coche, que está dentro del recinto para facilitar la carga de los bártulos, se lo agradezco y le comento que ya nos veremos en Nas d'escuma, cuando me muela a palos (esto último solo lo pienso, no se lo digo).
Ayudo a cargar una máquina refrigeradora a Alex y me voy yendo. Acabo por fin en la parada de Binefa y lo saludo. Me regala otra cerveza. Esta vez una Ibuprofano de Reptilian. Voy cargado como las mulas con tanta botella.
Me han faltado cervezas que probar y gente con la que hablar, pero con solo 4 horas, es muy difícil hacer el trabajo. Sólo un Papa Noel sería capaz de haberlo conseguido, pero no se da el caso.
Me largo feliz y contento a casa con la esperanza de llegar. Llego. Se acabó el fin de semana, maldita sea...
Bueno. Esa es la razón por la que estoy a dieta de agua parafraseando a mi grupo favorito, Els Pets:
"Dilluns vas de resaca, no t'has recuperat. Dimarts mires que et queda, i és una eternitat".
Portaros bien, y si me visitáis, traedme un protector de estómago, que no me irá mal...
P.D: El resumen del festival, no incluye los comentarios del director, por ser demasiado bárbaros y excesivamente bastos. Pero tranquilos, amados míos, no necesitáis saberlo todo, o me dejaríais de ver con buenos ojos.
P.P.D: Se que las fotos no son gran cosa, pero es que no me acuerdo nunca de que mi móvil lleva cámara...
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martes, 1 de octubre de 2013
El sabor perdido, un poco de historia.
Hola queridos todos.
Esta entrada contiene un pedacito muy, pero que muy breve de historia. Y como siempre pasa, la historia depende de quién la cuente. Yo, no soy historiador y no me muevo por instintos de conservación de los principios propios, ya que mis principios, si no os gustan, tengo otros (como argumentaba Groucho Marx). Es por eso, que me voy a ceñir a transmitir todo cuanto he leído y se me ha comunicado de forma verbal (cómo manda la tradición hebrea).
En el principio, la cerveza era un alimento de consumo cotidiano en muchas culturas. Desde la antigua Mesopotamia hasta no hace tantos siglos, era un producto que se elaboraba con diferentes usos y aplicaciones. Entre ellos, uno de los más extendidos era ser ofrendada a los dioses.
Y no solo se relaciona este bebedizo con ceremonias religiosas, ya que también ha pasado por la medicina como tónico y reconstituyente, aplicaciones cosméticas, base de elaboración de algunos platos, etcétera.
En los conventos de monjes y frailes, la cerveza estaba considerada un elemento primordial en la vida cotidiana. Tengo entendido, y no creo equivocarme cuando digo que habían 3 tipos: La Prima melior, reservada para los señores y huéspedes importantes. La secunda, reservada a los hermanos. Y la ternia, consumida por los peregrinos. En la cuaresma, no se permitía ingerir sólidos y habían de sobrevivir esos
40 días de ayuno con tan solo 4 litros de este brebaje como único alimento diario. Tengamos en cuenta, que estamos hablando de cervezas que se podrían cortar con el borde de una cuchara sopera, con lo que hablamos de grandes cantidades de alimento en cada trago, pero también de unas graduaciones alcohólicas elevadas, con lo que no me extraña que muchos hicieran boto de silencio (por si decían tonterías), jejeje.
Antes de la llegada del lúpulo, como conservante, a la cerveza se le añadía gruit, una mezcla especifica de hiervas elaborada expresamente para eso. Su receta se basaba en hojas , raíces, bayas y semillas de diversas plantas que conferían sus propiedades al caldo. Las cantidades dependían de la receta, que por lo general, eran secretas y solo el maestro gruitero era capaz de elaborarlo.
Eso empezó a cambiar con la llegada del lúpulo y su introducción como alternativa más económica y fácil.
Aquí viene la controversia...
La cerveza, comenzó contener lúpulo a partir del siglo catapún chimpún. Siento ofrecer esta porquería de concreción en la cronología, pero es que no hay quien se aclare con las fechas cuando unos dicen que comenzó allá por el siglo VIII y otro dicen que fue en el siglo X... Lo que está más que claro es que fue a finales de la Alta Edad Media. Hasta unos siglos después, más concretamente en el S.XII (de esto nadie tiene discusión) no se constituyó como único aditivo de la cerveza haciendo las veces de conservante, aromatizante y saborizante.
Durante esos siglos, la producción de cerveza tenía dos estilos que "convivían" como podían: El elaborado con grut/gruut/gruit/o como quieran llamarlo los "entendidos", y el elaborado con lúpulo.
Volvemos con la controversia, porque nadie se pone de acuerdo en el origen real de la adición de esta flor resinosa a la receta, ya que unos alegan que fueron los monjes, conocedores de las propiedades de esta planta (como buenos boticarios y herboristas). Otros que fue una monja del convento de San Ruprechtsberg, en Suiza (Sor Hildegarde), la que lo hizo, el secreto se escapó de las paredes del convento de alguna manera. Otros aseguran que fueron los escandinavos los que introdujeron esta planta en Europa como aditivo... Yo, no soy nadie para decir quién fue y cómo lo hizo. Solo puedo dejar los conocimientos adquiridos para que vosotros, mis queridos os hagáis una idea aproximada. Además, no he abierto esta entrada para hablar del lúpulo, sino del (como se conoce en la península) gruit.
El tiempo a causado cambios considerables en las recetas y en el producto que nos llega hoy a nuestras bocas. Podríamos considerar que para mejor, pero eso no lo sabremos nunca, porque no podemos catar esas antiguas recetas. Un que, ahora tenemos la posibilidad de darnos una alegría con "Gruit, El sabor perdido".
Gruut, (o Gruit, tan y como se comercializa aquí), es una pequeña brouwerij belga que ha recuperado esas antiguas recetas del grut y lo ha substituido por el bien amado humulus lupulus del que tanto se depende para hacer cerveza. Ya se que no es lo mismo que probar las antiguas, pero casi me alegro, porque ya sabemos que durante largo tiempo hemos adaptado nuestros paladares a sabores más refinados, y dudo que tuviéramos cuerpo para catar una jarra de esos brebajes de antaño, ya que según se entiende, eran algo más fuertes en sabor y densidad.
Con cinco variedades (cuatro de ellas sin naaaaaaaaada de lúpulo (tan solo Inferno lleva un poco para amargar) se ha introducido en el mercado haciéndose un hueco en nuestros paladares.
Parafraseando a Àngel Llacer, soy fan, fan, pero fan de poster. Sobre todo de la Amber. No es ningún secreto que me encantan las rojas y las ambarinas. A mi santa madre, le pirra la Bruine, y así me lo hace saber caaaaaaaaada vez que pasa por mi tienda a llevarse alguna cerveza para la cena. Tengo un cliente que cuando viene, se lleva dos o tres de la Wit. Las que menos éxito tienen, son la Blonde y la Inferno. No por ser malas cervezas (que si lo fueran ya digo que no las tendría en la tienda), simplemente es porque la gente de por aquí prefiere tostadas, y la Inferno... son 9 grados de cerveza rubia dorada algo amarga y cuesta... Los que quieren cervezas fuertes prefieren Duvel, Judas, Gulden Draak, etcétera. Como me ha comentado un cliente hace menos de una hora, para gustos, colores. Y yo siempre digo, para gustos, estilos.
Bueno señores. No me quiero entretener más que me hago largo y pesado.
Espero que os guste la entrada del blog, si no os gusta, os aconsejo leer otras entradas, que seguro os satisfarán más.
Buena semana, buena birra y no hagáis maldades, como dejar caer una cerveza (excepto si es una Cruzcampo, si es una Cruzcampo podéis romper todo un lineal. Eso sí, luego apoquinad con las consecuencias).
Ubicación:
Carrer d'Andrade, 8, 08018 Barcelona, España
lunes, 23 de septiembre de 2013
Birras Ibéricas. Cap 3: Felicitats, Catalunya.
Hola a todos, queridos míos.
Esta entrada esta dedicada a la región de la península con mayor producción de cervezas: Catalunya, la meva Terra.
Aquí encontramos una enormérrima variedad de cervezas, estilos y micros. El primero en empezar, hace ya la de tiempo que ni me acuerdo, y eso que lo conozco desde entonces, fue Álex Padró. Este mozo desafió las leyes de la costumbre y se puso a fabricar cerveza con un par de winflins. De hecho, fue el primero en montar una micro cervecería en todo el estado. Gracias a él y su señora esposa, La Carme, que abrieron brecha, tenemos hoy en día lo que tenemos.
Dicho esto, loadas sean sus cervezas Glops (de Llúpols i Llevats- Llill). Empezó con unas pocas recetas y ya tiene 10 variedades. Entre todas, mis favoritas son la Fumada (Rauchbier) y la Fosca de Blat (dunkel weizzen). La Blanca (wit belga), es magnífica y no tiene nada que envidiarle a muchas belgas como pudiera ser la Blanche de Namur... Pronto sacará algo nuevo y estupendo que creo nos sorprenderá gratamente.
Como no me quiero entretener en él, porque hay una infinidad de cervezas de las que hablar bien, continuaremos con otras...
L'Hort del Barret, una micro de Granollers que me encanta y que creo que tiene mucho talento y gran inventiva, nos obsequia con una Belgian Ale estupenda, suave y magnifica que acompaña quesos tiernos e incluso fruta madura, y con un estilo poco usado en nuestras tierras: una Scotish Ale estupenda y deliciosa apta para brindar con chocolate amargo. Me a prometido hacer ciertas cosas de las que o puedo hablar, pero que seguro serán del agrado de una inmensa mayoría. Por lo menos, a mí se me hace la boca agua. De momento ha cumplido con una de ellas... Algunos igual ya la conocéis, yo se qué es, pero no me ha dado tiempo de catarla. La Caubeen, una IPA con muy buena pinta.
Ya hice una entrada solo para los chicos de La Calavera, así que me fijaré en otra casa que me emociona: Cervesa Artesanal Moon. Una Pale Ale magnifica perfecta para acompañar una arrozada, una Porter que seguro hubiera sido bien amada por los originadores del nombre del estilo (porteadores ingleses del S. XVIII). Mi favorita: Verata. Nunca antes había probado una Lager tan bien complementada con la pimienta de Seichuan y el Pimentón de la Vera. Esas trazas picantes de fondo que se aferran a la garganta y te hacen dar otro trago...Mmmm... Deliciosa.
Les Clandestines de Montferri siempre me han gustado mucho. Desde que probé la Rossa, una delicia de trago ligero y con amargor persistente, he ido catando el resto y no se si coincidiréis conmigo, pero mucha gente lo hace: 4 Maltas es la mejor. Una Pale Ale con cuerpo dorado oscuro, trazas de madera y lúpulo que me enamoró a mí y enamora a quienes se dejan seducir por su cuerpo. Una sola pega a sus cervezas: El envase. Mucha gente se tomaría una, pero son todas de 75cl y si no tienen con quien compartir, les sabe mal tenerlas abiertas. Insisto en que siendo cerveza viva puede aguantar unos días en la nevera sin perder gas ni aromas, pero no seduce la idea... El público general no esta preparado.
Espina de Ferro... Que pedazo de Summer Ale... 6,6º de placer veraniego ideales para una noche en compañía. Suave y ligera, el cuerpo que muestra esta cerveza se sale de su estilo haciéndola, según mi punto de vista, la mejor Summer Ale que he probado, y han sido unas cuantas.
Tengo un problema con esta entrada, y es básicamente que hay demasiadas cerveceras que merecen mención aquí, en mi tierra, y es por eso que mejor voy a parar ya, y ya iré añadiendo más en posteriores publicaciones que iré titulando "Felicitats Catalunya, una altre vegada" y " Blablabla, i un altre i un altre i un altre..." hasta que acabe de enumerarlas a todas.
Venga va... una más y ya me voy a hacer ver que trabajo.
La Segarreta. Hace poco que he descubierto a estos maestros del pan líquido, pero he de decir que me alegro mucho de que me la ofrecieran. Ésta Ale de trigo (Segarreta Tradicional) me ha enamorado (como otras tantas, soy un promiscuo en cuanto a cervezas se refiere. Me gustan muchas, pero no todas me tienen a sus pies incondicionalmente). Su hermanita roja (Apol·lo), también me ha encantado. Creo que no había catado antes una Amber Ale con trigo. Y si lo he hecho, la verdad es que no lo recuerdo. Le confiere toques maltosos que las típicas no tienen. Pan, galletas... Muy bien cocinada, la verdad.
Ya está, he prometido dejarlo y lo dejaré para otra entrada. Me he de reservar, o no me dejaré a mi mismo cosas sobre las que escribir.
Me despido con un abrazo a todos vosotros (metafóricamente hablando), bebed bien aunque sea poco, que mucho y mal. Hasta que nos leamos.
PD: La web ya funciona
http://birrabirrae.webs.com/
Esta entrada esta dedicada a la región de la península con mayor producción de cervezas: Catalunya, la meva Terra.
Aquí encontramos una enormérrima variedad de cervezas, estilos y micros. El primero en empezar, hace ya la de tiempo que ni me acuerdo, y eso que lo conozco desde entonces, fue Álex Padró. Este mozo desafió las leyes de la costumbre y se puso a fabricar cerveza con un par de winflins. De hecho, fue el primero en montar una micro cervecería en todo el estado. Gracias a él y su señora esposa, La Carme, que abrieron brecha, tenemos hoy en día lo que tenemos.
Dicho esto, loadas sean sus cervezas Glops (de Llúpols i Llevats- Llill). Empezó con unas pocas recetas y ya tiene 10 variedades. Entre todas, mis favoritas son la Fumada (Rauchbier) y la Fosca de Blat (dunkel weizzen). La Blanca (wit belga), es magnífica y no tiene nada que envidiarle a muchas belgas como pudiera ser la Blanche de Namur... Pronto sacará algo nuevo y estupendo que creo nos sorprenderá gratamente.
Como no me quiero entretener en él, porque hay una infinidad de cervezas de las que hablar bien, continuaremos con otras...
L'Hort del Barret, una micro de Granollers que me encanta y que creo que tiene mucho talento y gran inventiva, nos obsequia con una Belgian Ale estupenda, suave y magnifica que acompaña quesos tiernos e incluso fruta madura, y con un estilo poco usado en nuestras tierras: una Scotish Ale estupenda y deliciosa apta para brindar con chocolate amargo. Me a prometido hacer ciertas cosas de las que o puedo hablar, pero que seguro serán del agrado de una inmensa mayoría. Por lo menos, a mí se me hace la boca agua. De momento ha cumplido con una de ellas... Algunos igual ya la conocéis, yo se qué es, pero no me ha dado tiempo de catarla. La Caubeen, una IPA con muy buena pinta.
Ya hice una entrada solo para los chicos de La Calavera, así que me fijaré en otra casa que me emociona: Cervesa Artesanal Moon. Una Pale Ale magnifica perfecta para acompañar una arrozada, una Porter que seguro hubiera sido bien amada por los originadores del nombre del estilo (porteadores ingleses del S. XVIII). Mi favorita: Verata. Nunca antes había probado una Lager tan bien complementada con la pimienta de Seichuan y el Pimentón de la Vera. Esas trazas picantes de fondo que se aferran a la garganta y te hacen dar otro trago...Mmmm... Deliciosa.
Les Clandestines de Montferri siempre me han gustado mucho. Desde que probé la Rossa, una delicia de trago ligero y con amargor persistente, he ido catando el resto y no se si coincidiréis conmigo, pero mucha gente lo hace: 4 Maltas es la mejor. Una Pale Ale con cuerpo dorado oscuro, trazas de madera y lúpulo que me enamoró a mí y enamora a quienes se dejan seducir por su cuerpo. Una sola pega a sus cervezas: El envase. Mucha gente se tomaría una, pero son todas de 75cl y si no tienen con quien compartir, les sabe mal tenerlas abiertas. Insisto en que siendo cerveza viva puede aguantar unos días en la nevera sin perder gas ni aromas, pero no seduce la idea... El público general no esta preparado.
Espina de Ferro... Que pedazo de Summer Ale... 6,6º de placer veraniego ideales para una noche en compañía. Suave y ligera, el cuerpo que muestra esta cerveza se sale de su estilo haciéndola, según mi punto de vista, la mejor Summer Ale que he probado, y han sido unas cuantas.
Tengo un problema con esta entrada, y es básicamente que hay demasiadas cerveceras que merecen mención aquí, en mi tierra, y es por eso que mejor voy a parar ya, y ya iré añadiendo más en posteriores publicaciones que iré titulando "Felicitats Catalunya, una altre vegada" y " Blablabla, i un altre i un altre i un altre..." hasta que acabe de enumerarlas a todas.
Venga va... una más y ya me voy a hacer ver que trabajo.
La Segarreta. Hace poco que he descubierto a estos maestros del pan líquido, pero he de decir que me alegro mucho de que me la ofrecieran. Ésta Ale de trigo (Segarreta Tradicional) me ha enamorado (como otras tantas, soy un promiscuo en cuanto a cervezas se refiere. Me gustan muchas, pero no todas me tienen a sus pies incondicionalmente). Su hermanita roja (Apol·lo), también me ha encantado. Creo que no había catado antes una Amber Ale con trigo. Y si lo he hecho, la verdad es que no lo recuerdo. Le confiere toques maltosos que las típicas no tienen. Pan, galletas... Muy bien cocinada, la verdad.
Ya está, he prometido dejarlo y lo dejaré para otra entrada. Me he de reservar, o no me dejaré a mi mismo cosas sobre las que escribir.
Me despido con un abrazo a todos vosotros (metafóricamente hablando), bebed bien aunque sea poco, que mucho y mal. Hasta que nos leamos.
PD: La web ya funciona
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Carrer d'Andrade, 8, 08018 Barcelona, España
miércoles, 18 de septiembre de 2013
Estamos en ello...
Hola queridos todos.
Hace tiempo que abrimos, y desde entonces es raro el día que alguien no me pregunta si tenemos página web. Siempre contesto lo mismo "De momento no, pero todo se andará".
Ya hemos andado lo suficiente y he tomado la bifurcación correcta que me lleva al final inevitable: Ya tenemos página web. Bueno... Estamos en ello.
Llevo unos días dándole al ordenador unos codazos, enarcando la ceja e invitándolo a cafés y cervezas, pero el tío parece que no está por la labor de hacerme la web, así que me la estoy haciendo yo mismo.
Por el momento no esta funcional, pero tranquilos que pronto podréis admirar mi creación.
Espero sea del gusto de todos, y si no es así, pues que me lo diga por email, a la cara, por teléfono o por donde mejor le vaya para hacerme saber sus descontentos. Ya sabéis que me desvivo por mis queridos, que sois vosotros, todos.
En fin. Esta es una mini entrada para dar la noticia como primicia antes de que la leáis en primera plana en el Times New Roman... ¿O era el New York Times? No lo recuerdo...
Que paséis un@s bueno@s días/tardes/noches, bebed cerveza, con moderación, pero bebedla, sed felices y comed perdices con su cerveza adecuada (ya os diré cual en una cata, jejeje). No es un deseo, es una orden directa.
Hasta más leer.
Hace tiempo que abrimos, y desde entonces es raro el día que alguien no me pregunta si tenemos página web. Siempre contesto lo mismo "De momento no, pero todo se andará".
Ya hemos andado lo suficiente y he tomado la bifurcación correcta que me lleva al final inevitable: Ya tenemos página web. Bueno... Estamos en ello.
Llevo unos días dándole al ordenador unos codazos, enarcando la ceja e invitándolo a cafés y cervezas, pero el tío parece que no está por la labor de hacerme la web, así que me la estoy haciendo yo mismo.
Por el momento no esta funcional, pero tranquilos que pronto podréis admirar mi creación.
Espero sea del gusto de todos, y si no es así, pues que me lo diga por email, a la cara, por teléfono o por donde mejor le vaya para hacerme saber sus descontentos. Ya sabéis que me desvivo por mis queridos, que sois vosotros, todos.
En fin. Esta es una mini entrada para dar la noticia como primicia antes de que la leáis en primera plana en el Times New Roman... ¿O era el New York Times? No lo recuerdo...
Que paséis un@s bueno@s días/tardes/noches, bebed cerveza, con moderación, pero bebedla, sed felices y comed perdices con su cerveza adecuada (ya os diré cual en una cata, jejeje). No es un deseo, es una orden directa.
Hasta más leer.
martes, 10 de septiembre de 2013
Birras Ibéricas Cap 2: Felicidades, Andalucía
Hola de nuevo, queridos míos.
En esta entrada de hoy, voy a exaltar las propiedades de la cerveza artesanal. Lo digo por si alguien esperaba que me pusiera a hablar de quesos o de jamón curado (aunque podría, no es mi cometido en este blog ni en esta vida). Y además, voy a hilar fino y me voy a dedicar a destripar con alegría y premeditación unas pocas de andaluzas.
En el sur más saleroso de la geografía ibérica, encontramos unas zonas que podríamos llamar muy temperadas, por no decir "qué caló que jhase ahí, cohóne".
Antes de que nadie se me ponga tontorrón porque me cachondeo, he de decir que gran parte de mi familia proviene de allá, y me río con cariño y respeto. Solventado esto, continuemos.
Como allá por esas ciudades y pueblos están, por lo general, tan mal acostumbrados a cervezas como la Mahou, o lo que es peor, la Cruzcampo, no están acostumbrados a sabores fuertes e intensos. Por eso, los maestros cerveceros de allá se han inclinado a procesar cervezas de sabores suaves y más ligeros. Lo veo comprensible.
Personalmente no soy una persona apasionada de las cervezas ligeras o suaves en intensidad de paladar, pero cuando hay cosas bien hechas, hay que quitarse el sombrero como haremos ante este surtido de distintos lugares de por allá abajo.
Comenzaré por elogiar a una pequeña casa situada en una zona montañosa de Almería con excelentes aguas y de donde son mis suegros (bueno, de por allí muy cerca): Filabres, por su "Red Ale". Para mí, es la mejor que tienen. La cerveza roja siempre me ha hecho gracia, y esta me ha gustado bastante. Bien compensados los dulces típicos de este estilo, con aromas suaves. Aunque es un estilo que se suele tomar sobretodo en tiempos más frescos por su densidad superior y sus toques de caramelo, no seré yo quien diga que no se tome en verano una pinta de este néctar.
Otro lugar más saleroso (me gusta más que Almería... no se puede remediar), es Cádiz. Además del pescadito frito y las playas, Cádiz tiene que yo sepa, un par de micro cerveceras: Maier y Kettal.
La verdad es que Maier no he tenido el placer de probarla, pero todo se andará. Las que sí que he catado son las Kettal y he de decir que aunque son suaves, se nota que están hechas con amor y cariño.
Considero, personalmente, que las mejores que tiene son la Summer Ale (El Trillo) y la weiss (La Espiga). Son frescas, ligeras y con aromas muy bien encontrados. Conseguí que a una amiga que no le gusta la cerveza le gustara la summer. Y sobre la weiss... es demasiado "aguada" para los profanos de la materia, pero os aseguro que tiene un sabor que no ha de envidiarle nada a la reconocida Franziscaner. Podríamos incorporarla a la categoría de Berliner weiss (por la graduación alcohólica tan baja), o como yo la llamo personalmente por su frescor y sabor: Summer weiss.
La roja (El Alambique), lejos de ser de las que más me gustan, reconozco que es muy buena. Tanto, que es de las que más gustan a uno de mis amigos a los que la cerveza no les gusta, y eso no es fácil. Os lo digo yo.
Y de momento, solo allí se puede probar una nueva variedad: La colmena. Una cerveza con miel, que espero se dispongan a traer aquí en formato 33cl, porque me muero por darle un tiento.
Acabaré comentando las maravillas de Málaga: Mammooth.
Mammooth es una pequeña cervecera que merece nuestro cariño tanto como la que más. Mi preferida, Hecate. Una estupenda cerveza negra imperial al estilo de los bálticos. 6 maltas y dos fermentaciones le dan ese complejo sabor y aroma que tanto me agradan y que se salen de las ligerezas habituales en las andaluzas.
Tienen otras más, pero las dejo para otro momento.
Me despido de todos vosotros con todo mi cariño, pero no más del necesario. No hagas nada que yo no haría, así que el límite lo marca el cielo (en realidad lo marca la ley...).
Solo me resta decir: Felicidades, Andalucía.
PD: Me he quedado corto con esta entrada... Me faltan por tener en tienda y probar alguna que otra más, así que prometo hacer, más adelante, la entrada "Cap 2.2 Felicidades, Andalucía. Otra vez".
Sed buenos.
En esta entrada de hoy, voy a exaltar las propiedades de la cerveza artesanal. Lo digo por si alguien esperaba que me pusiera a hablar de quesos o de jamón curado (aunque podría, no es mi cometido en este blog ni en esta vida). Y además, voy a hilar fino y me voy a dedicar a destripar con alegría y premeditación unas pocas de andaluzas.
En el sur más saleroso de la geografía ibérica, encontramos unas zonas que podríamos llamar muy temperadas, por no decir "qué caló que jhase ahí, cohóne".
Antes de que nadie se me ponga tontorrón porque me cachondeo, he de decir que gran parte de mi familia proviene de allá, y me río con cariño y respeto. Solventado esto, continuemos.
Como allá por esas ciudades y pueblos están, por lo general, tan mal acostumbrados a cervezas como la Mahou, o lo que es peor, la Cruzcampo, no están acostumbrados a sabores fuertes e intensos. Por eso, los maestros cerveceros de allá se han inclinado a procesar cervezas de sabores suaves y más ligeros. Lo veo comprensible.
Personalmente no soy una persona apasionada de las cervezas ligeras o suaves en intensidad de paladar, pero cuando hay cosas bien hechas, hay que quitarse el sombrero como haremos ante este surtido de distintos lugares de por allá abajo.
Comenzaré por elogiar a una pequeña casa situada en una zona montañosa de Almería con excelentes aguas y de donde son mis suegros (bueno, de por allí muy cerca): Filabres, por su "Red Ale". Para mí, es la mejor que tienen. La cerveza roja siempre me ha hecho gracia, y esta me ha gustado bastante. Bien compensados los dulces típicos de este estilo, con aromas suaves. Aunque es un estilo que se suele tomar sobretodo en tiempos más frescos por su densidad superior y sus toques de caramelo, no seré yo quien diga que no se tome en verano una pinta de este néctar.
Otro lugar más saleroso (me gusta más que Almería... no se puede remediar), es Cádiz. Además del pescadito frito y las playas, Cádiz tiene que yo sepa, un par de micro cerveceras: Maier y Kettal.
La verdad es que Maier no he tenido el placer de probarla, pero todo se andará. Las que sí que he catado son las Kettal y he de decir que aunque son suaves, se nota que están hechas con amor y cariño.
Considero, personalmente, que las mejores que tiene son la Summer Ale (El Trillo) y la weiss (La Espiga). Son frescas, ligeras y con aromas muy bien encontrados. Conseguí que a una amiga que no le gusta la cerveza le gustara la summer. Y sobre la weiss... es demasiado "aguada" para los profanos de la materia, pero os aseguro que tiene un sabor que no ha de envidiarle nada a la reconocida Franziscaner. Podríamos incorporarla a la categoría de Berliner weiss (por la graduación alcohólica tan baja), o como yo la llamo personalmente por su frescor y sabor: Summer weiss.
La roja (El Alambique), lejos de ser de las que más me gustan, reconozco que es muy buena. Tanto, que es de las que más gustan a uno de mis amigos a los que la cerveza no les gusta, y eso no es fácil. Os lo digo yo.
Y de momento, solo allí se puede probar una nueva variedad: La colmena. Una cerveza con miel, que espero se dispongan a traer aquí en formato 33cl, porque me muero por darle un tiento.
Acabaré comentando las maravillas de Málaga: Mammooth.
Mammooth es una pequeña cervecera que merece nuestro cariño tanto como la que más. Mi preferida, Hecate. Una estupenda cerveza negra imperial al estilo de los bálticos. 6 maltas y dos fermentaciones le dan ese complejo sabor y aroma que tanto me agradan y que se salen de las ligerezas habituales en las andaluzas.
Tienen otras más, pero las dejo para otro momento.
Me despido de todos vosotros con todo mi cariño, pero no más del necesario. No hagas nada que yo no haría, así que el límite lo marca el cielo (en realidad lo marca la ley...).
Solo me resta decir: Felicidades, Andalucía.
PD: Me he quedado corto con esta entrada... Me faltan por tener en tienda y probar alguna que otra más, así que prometo hacer, más adelante, la entrada "Cap 2.2 Felicidades, Andalucía. Otra vez".
Sed buenos.
viernes, 30 de agosto de 2013
Birras Ibéricas Cap 1: Felicidades, Valencia
Hola a todos, queridos míos.
A estas alturas de la vida, quienes me conocen ya saben que tengo tres grandes amores en mi vida: Dios, mi mujer y la cerveza.
Que la cerveza es un gran amor para mí no es un secreto para nadie, si no no tendría una tienda especializada... Bueno, vamos al meollo de la cuestión, que no tengo ganas de extenderme.
Desde hace ya un tiempo para acá, la cerveza artesanal ha cogido carrerilla y se está metiendo en los hogares de cada vez más personas. Incluso, y lo digo por experiencia cercana, de gente que no le gustaba la cerveza. Esto se debe a que las cervezas a las que estábamos acostumbrados, las típicas lager industriales tienen todas una formulación muy semejante, y al final, si no te gusta una, no te gusta prácticamente ninguna. Sabores limpios, sí, pero demasiado estandarizados y comerciales.
Volviendo al tema de entrar en los hogares de cada vez más gente con nuevos y mejores sabores, diré que el lema Piensa global, bebe local me parece muy bien, pero poco acertado, porque hemos llegado a un punto en que la cerveza se mueve mucho para arriba y para abajo, y es que en el fondo eso no es malo. Aquí en Catalunya, tenemos cervezas magníficas, y las consumimos con sumo placer. Pero es que a su vez, son consumidas en otros puntos de la península e incluso !estamos exportando¡ Y cuando digo exportar, me refiero a fuera de las fronteras establecidas actualmente. Y no solo nos bebemos nuestras cervezas, además nos bebemos las cervezas de los demás. Me estoy extendiendo, y tiene una razón, seguid leyendo.
Este va a ser el primero de un seguido de capítulos que voy a titular: Birras Ibéricas. Va dedicado a esos vecinos del sur inmediato y de los que vamos a disfrutar de sus cervezas como si fueran nuestras (porque en el fondo, todos los bebedores de "craftbeer" somos hermanos de caldo): Pais Valencià.
Inciso: Yo a la Comunidad de Valencia o Pais Valencià (como guste el lector), siempre la he llamado Valencia a secas, y así la voy a ir nominando durante el proceso de escritura.
Ahora en Valencia están saliendo como churros cerveceras atrevidas y descaradas que hacen cervezas realmente exquisitas. Tampoco es que no hayan malas cerveceras, que las hay, pero como soy una buena persona voy a centrarme en recomendar las buenas y las que conozco.
El toque valenciano en las cervezas, es que añaden productos típicos de allí como un ingrediente más de sus cervezas. Y no hablo de las naranjas. Todos sabemos que hay naranjas en Valencia, pero es que tienen más. Mucho más. Por ejemplo. ¿Cuando hemos visto una cerveza con fruta? Muchas veces, cierto, pero ¿una ale rubia con níspero? Jamás de los jamases se han encontrado con algo igual. Se obtiene Nispra, una cerveza fresca, muy limpia y con ese toque indiscutiblemente suyo (del níspero), un fruto que no es dulce si no amargante y delicioso.
Otra delicia que me ha encantado, es llevarme a la boca una cerveza tan sorprendente como una de las variedades de Badúm, de Peñíscola. La gracia de esta peculiar amiga, es que está hecha con alcachofas de Benicarló. ¿Alcachofas en la cerveza? Sí señores. Y con un resultado excelente. Un perfecto acompañamiento para algo tan valenciano como una paella. el amargo inicial no solo se debe al lúpulo, también se encuentran notas de hoja de alcachofa, que amarga de forma suave. Y el final suave y dulce es por el corazón de esta hortaliza, que le deja a la lengua y el paladar un conjunto de sensaciones muy bien complementadas.
El albaricoque sí que es una fruta dulce, y es por ello que Galana Albaricoque tiene un sabor fuerte a este fruto. Pero la gracia, es que el proceso de maduración le confiere sabor a confitura, no a fruta fresca, con lo que es muy divertida para acompañar tartaletas de mermelada o incluso, para hacer la masa de un pastel de cerveza (cambiamos la Guinness por una de estas maravillas y "voilà"). Hacedme caso, que a mi las piruletas líquidas que son las lámbicas de frutas (Mort Subite y compañía) no me hacen ninguna gracia.
Una enorme alegría fue darle un gustazo a la lengua con VIPA, de Tyris. Una IPA madurada con piel de naranja. Realmente esta acertada. Este estilo inglés siempre es amargo por las grandes cantidades de lúpulo que se usan, pero es que esta tiene ese toque frutal y amargo de la naranja que resulta tan agradable de recibir como alternativa a las IPAs de siempre.
Ya se que he dejado las naranjas de lado unos párrafos, pero es que, como ya he dicho, no son lo único que cultivan., y hay que tenerlo en cuenta siempre.
En resumidas cuentas, queridos míos. Solo me resta despedirme y decir: Felicidades, Valencia.
A estas alturas de la vida, quienes me conocen ya saben que tengo tres grandes amores en mi vida: Dios, mi mujer y la cerveza.
Que la cerveza es un gran amor para mí no es un secreto para nadie, si no no tendría una tienda especializada... Bueno, vamos al meollo de la cuestión, que no tengo ganas de extenderme.
Desde hace ya un tiempo para acá, la cerveza artesanal ha cogido carrerilla y se está metiendo en los hogares de cada vez más personas. Incluso, y lo digo por experiencia cercana, de gente que no le gustaba la cerveza. Esto se debe a que las cervezas a las que estábamos acostumbrados, las típicas lager industriales tienen todas una formulación muy semejante, y al final, si no te gusta una, no te gusta prácticamente ninguna. Sabores limpios, sí, pero demasiado estandarizados y comerciales.
Volviendo al tema de entrar en los hogares de cada vez más gente con nuevos y mejores sabores, diré que el lema Piensa global, bebe local me parece muy bien, pero poco acertado, porque hemos llegado a un punto en que la cerveza se mueve mucho para arriba y para abajo, y es que en el fondo eso no es malo. Aquí en Catalunya, tenemos cervezas magníficas, y las consumimos con sumo placer. Pero es que a su vez, son consumidas en otros puntos de la península e incluso !estamos exportando¡ Y cuando digo exportar, me refiero a fuera de las fronteras establecidas actualmente. Y no solo nos bebemos nuestras cervezas, además nos bebemos las cervezas de los demás. Me estoy extendiendo, y tiene una razón, seguid leyendo.
Este va a ser el primero de un seguido de capítulos que voy a titular: Birras Ibéricas. Va dedicado a esos vecinos del sur inmediato y de los que vamos a disfrutar de sus cervezas como si fueran nuestras (porque en el fondo, todos los bebedores de "craftbeer" somos hermanos de caldo): Pais Valencià.
Inciso: Yo a la Comunidad de Valencia o Pais Valencià (como guste el lector), siempre la he llamado Valencia a secas, y así la voy a ir nominando durante el proceso de escritura.
Ahora en Valencia están saliendo como churros cerveceras atrevidas y descaradas que hacen cervezas realmente exquisitas. Tampoco es que no hayan malas cerveceras, que las hay, pero como soy una buena persona voy a centrarme en recomendar las buenas y las que conozco.
El toque valenciano en las cervezas, es que añaden productos típicos de allí como un ingrediente más de sus cervezas. Y no hablo de las naranjas. Todos sabemos que hay naranjas en Valencia, pero es que tienen más. Mucho más. Por ejemplo. ¿Cuando hemos visto una cerveza con fruta? Muchas veces, cierto, pero ¿una ale rubia con níspero? Jamás de los jamases se han encontrado con algo igual. Se obtiene Nispra, una cerveza fresca, muy limpia y con ese toque indiscutiblemente suyo (del níspero), un fruto que no es dulce si no amargante y delicioso.
Otra delicia que me ha encantado, es llevarme a la boca una cerveza tan sorprendente como una de las variedades de Badúm, de Peñíscola. La gracia de esta peculiar amiga, es que está hecha con alcachofas de Benicarló. ¿Alcachofas en la cerveza? Sí señores. Y con un resultado excelente. Un perfecto acompañamiento para algo tan valenciano como una paella. el amargo inicial no solo se debe al lúpulo, también se encuentran notas de hoja de alcachofa, que amarga de forma suave. Y el final suave y dulce es por el corazón de esta hortaliza, que le deja a la lengua y el paladar un conjunto de sensaciones muy bien complementadas.
El albaricoque sí que es una fruta dulce, y es por ello que Galana Albaricoque tiene un sabor fuerte a este fruto. Pero la gracia, es que el proceso de maduración le confiere sabor a confitura, no a fruta fresca, con lo que es muy divertida para acompañar tartaletas de mermelada o incluso, para hacer la masa de un pastel de cerveza (cambiamos la Guinness por una de estas maravillas y "voilà"). Hacedme caso, que a mi las piruletas líquidas que son las lámbicas de frutas (Mort Subite y compañía) no me hacen ninguna gracia.
Una enorme alegría fue darle un gustazo a la lengua con VIPA, de Tyris. Una IPA madurada con piel de naranja. Realmente esta acertada. Este estilo inglés siempre es amargo por las grandes cantidades de lúpulo que se usan, pero es que esta tiene ese toque frutal y amargo de la naranja que resulta tan agradable de recibir como alternativa a las IPAs de siempre.
Ya se que he dejado las naranjas de lado unos párrafos, pero es que, como ya he dicho, no son lo único que cultivan., y hay que tenerlo en cuenta siempre.
En resumidas cuentas, queridos míos. Solo me resta despedirme y decir: Felicidades, Valencia.
viernes, 23 de agosto de 2013
¡¡¡Yo os maldigo (pero con amor y cariño, que conste en acta)!!!
¡¡¡YO OS MALDIGO!!!
Disculpad mis malos modales... Ante todo: Hola queridos todos.
No va por vosotros lo de maldecir, lo digo por los malvados maleantes de La Pirata. Ya han puesto bien el nombre ya... Me han robado mis ganas de beber agua. ¿Cómo pretenden que me tome un vaso de agua con lo que me tienen preparado? Sería antinatural.
Desde que el hombre es hombre, hemos estado buscando en las cosas que ingerimos sabores que nos agraden. La Pirata y todos sus perversos trabajadores lo saben y están intentando acabar con la cordura de este mundo creando semejantes barbaridades como la Black Block, o su nueva cerveza, la Tremenda. No tenían bastante con hacer la Súria o la Viakrucis que ya estaban lo suficientemente buenas, no... Encima se meten a hacer cosas raras y extremadamente estupendas como la Black Storms... Son perversos, os lo digo yo.
Yo no puedo seguir así. Me están matando a cervezazas. Perdón... a CERVEZAZAS, con mayúsculas. Si lo que pretendían es que la gente dejara el nefasto vicio de beber industriales aberraciones, conmigo lo están consiguiendo.
No puedo dejar de pensar "Pero que tremenda está esta Tremenda". Me tienen desalojado de mis habituales pensamientos de serenidad y tranquilidad y van a conseguir que haga lo que nadie con un negocio debe hacer: beberme los beneficios.
Y es que señores, señoras, Lores y Damas, si quieren disfrutar de una cerveza hecha con el corazón y no con el bolsillo o los c*j*n*es, les recomiendo encarecidamente que prueben una de las maravillas de estos chicos de Súria, se unan a mi causa y pongan el grito en el cielo:
¡¡¡Yo os maldigo (pero con amor y cariño, que conste en acta)!!!
Disculpad mis malos modales... Ante todo: Hola queridos todos.
No va por vosotros lo de maldecir, lo digo por los malvados maleantes de La Pirata. Ya han puesto bien el nombre ya... Me han robado mis ganas de beber agua. ¿Cómo pretenden que me tome un vaso de agua con lo que me tienen preparado? Sería antinatural.
Desde que el hombre es hombre, hemos estado buscando en las cosas que ingerimos sabores que nos agraden. La Pirata y todos sus perversos trabajadores lo saben y están intentando acabar con la cordura de este mundo creando semejantes barbaridades como la Black Block, o su nueva cerveza, la Tremenda. No tenían bastante con hacer la Súria o la Viakrucis que ya estaban lo suficientemente buenas, no... Encima se meten a hacer cosas raras y extremadamente estupendas como la Black Storms... Son perversos, os lo digo yo.
Yo no puedo seguir así. Me están matando a cervezazas. Perdón... a CERVEZAZAS, con mayúsculas. Si lo que pretendían es que la gente dejara el nefasto vicio de beber industriales aberraciones, conmigo lo están consiguiendo.
No puedo dejar de pensar "Pero que tremenda está esta Tremenda". Me tienen desalojado de mis habituales pensamientos de serenidad y tranquilidad y van a conseguir que haga lo que nadie con un negocio debe hacer: beberme los beneficios.
Y es que señores, señoras, Lores y Damas, si quieren disfrutar de una cerveza hecha con el corazón y no con el bolsillo o los c*j*n*es, les recomiendo encarecidamente que prueben una de las maravillas de estos chicos de Súria, se unan a mi causa y pongan el grito en el cielo:
¡¡¡Yo os maldigo (pero con amor y cariño, que conste en acta)!!!
jueves, 25 de julio de 2013
Capeando el temporal
Muy buenas, queridos míos.
EL título no es que sea muy alentador, pero no os preocupéis. Es simplemente que llega ese pequeño gran monstruo que come euros, y no me refiero al euribor. Me refiero a Fin de Mes. Ese sanguinario ser invisible al que todo ser con consciencia económica teme.
Teniendo en cuenta que esta muy cerca, por no decir que está encima mismo, sumado al calor que supone que sea un verano sofocante he de decir que estoy un poco pájaro.
Cuando estoy que no estoy, me gusta tomarme una cervecita fresca. Ahora, para capear el temporal de calor tengo varias y diferentes a la par que refrescantes soluciones.
La primera, una Summer Ale.Son cervezas poco amargas, refrescantes y ligeras. Y cómo no, artesanales.
Otra solución, es una buena IPA. Tengo mis más y mis menos con las IPAs, porque no acabo de comprender por qué están de moda... ni que fueran camisetas... El caso es que una buena IPA (y repito y recalco, BUENA), entra muy pero que muy bien con este calor.
Quien dice una IPA, dice una Pale Ale, o una American Pale Ale, que no están de moda pero la verdad es que están geniales. Claritas, frescas y un punto amargo leve y compensado con los sabores de la malta.
Las weiss, dependiendo del estilo (principalmente las Heffe y las Kristall), van genial para combatir los calores y darse un gustazo. Ojo, no las confundáis con las wit/blanche belgas. Estas segundas, son igual de frescas, y son las primas lejanas de las primeras. Son más ligeras, y se diferencian sobre todo en que una wit/witte/white/blanch/blanche/blanca (leches... si que hay nombres para una sola cosa) tiene unos toques cítricos debido principalmente a las pieles de naranja/ limón y las especias con las que las maduran, y las weiss, suelen ser espesas y con acentuadas notas de pan, galleta o incluso plátano, y eso se debe a las levaduras y al trigo.
Apreciareis que no entro en las Lager, y eso se debe a que no dispongo de ese estilo. Por el momento... He preferido dejarlas de lado un tiempo, e introducir cervezas más complejas.
¡Pero qué digo! Calla loco... No me hagáis caso que no sé lo que me digo. Claro que tengo Lagers... Tengo la memoria ya de vacaciones...
Las lager americanas, tienen la gracia de que están hechas con lúpulos de allí, que son suaves y aromáticos. Y una buena lager americana... déjala ir... Sobre todo si son artesanales y de micro productores.
Bueno, estimados todos. Esta es la solución para capear el temporal de calor que nos aplasta con su contundente paso.
En fin. Que aprovechen los calores, y os espero por aquí, para lo que gustéis.
EL título no es que sea muy alentador, pero no os preocupéis. Es simplemente que llega ese pequeño gran monstruo que come euros, y no me refiero al euribor. Me refiero a Fin de Mes. Ese sanguinario ser invisible al que todo ser con consciencia económica teme.
Teniendo en cuenta que esta muy cerca, por no decir que está encima mismo, sumado al calor que supone que sea un verano sofocante he de decir que estoy un poco pájaro.
Cuando estoy que no estoy, me gusta tomarme una cervecita fresca. Ahora, para capear el temporal de calor tengo varias y diferentes a la par que refrescantes soluciones.
La primera, una Summer Ale.Son cervezas poco amargas, refrescantes y ligeras. Y cómo no, artesanales.
Otra solución, es una buena IPA. Tengo mis más y mis menos con las IPAs, porque no acabo de comprender por qué están de moda... ni que fueran camisetas... El caso es que una buena IPA (y repito y recalco, BUENA), entra muy pero que muy bien con este calor.
Quien dice una IPA, dice una Pale Ale, o una American Pale Ale, que no están de moda pero la verdad es que están geniales. Claritas, frescas y un punto amargo leve y compensado con los sabores de la malta.
Las weiss, dependiendo del estilo (principalmente las Heffe y las Kristall), van genial para combatir los calores y darse un gustazo. Ojo, no las confundáis con las wit/blanche belgas. Estas segundas, son igual de frescas, y son las primas lejanas de las primeras. Son más ligeras, y se diferencian sobre todo en que una wit/witte/white/blanch/blanche/blanca (leches... si que hay nombres para una sola cosa) tiene unos toques cítricos debido principalmente a las pieles de naranja/ limón y las especias con las que las maduran, y las weiss, suelen ser espesas y con acentuadas notas de pan, galleta o incluso plátano, y eso se debe a las levaduras y al trigo.
Apreciareis que no entro en las Lager, y eso se debe a que no dispongo de ese estilo. Por el momento... He preferido dejarlas de lado un tiempo, e introducir cervezas más complejas.
¡Pero qué digo! Calla loco... No me hagáis caso que no sé lo que me digo. Claro que tengo Lagers... Tengo la memoria ya de vacaciones...
Las lager americanas, tienen la gracia de que están hechas con lúpulos de allí, que son suaves y aromáticos. Y una buena lager americana... déjala ir... Sobre todo si son artesanales y de micro productores.
Bueno, estimados todos. Esta es la solución para capear el temporal de calor que nos aplasta con su contundente paso.
En fin. Que aprovechen los calores, y os espero por aquí, para lo que gustéis.
domingo, 14 de julio de 2013
Empezamos contentos
Queridos míos todos:
Llevo ya dos semanas en esta aventura. No he escrito nada desde la anterior entrada por el simple hecho de que no he tenido demasiado tiempo.
Estoy contento. Hemos empezado con buen pie. La gente esta aceptando bien mi presencia y con cierta satisfacción por parte de ambos: Ellos (osease mismamente, vosotros) quieren cerveza, y yo la vendo.
He de decir, pero, que no todo son sonrisas. Siempre están los típicos clientes que entran y me piden "algo como tal o pascual..." o "una cerveza de tal sitio que no se como se llama". Ojo, no me molesta, pero me dejan sin palabras, porque no tengo ni idea de a qué se refieren. Por poner un ejemplo: A un cliente le gustan las cervezas "cómo la Moritz". Vamos por un camino de piedras con una bicicleta de ruedas cuadradas. ¿Qué es "cómo la Moritz"? Hay varios términos para definirla: Amargo ligero, lager, con poco carbónico, rubia...
Con estos términos te puedo vender una cosa u otra completamente distintas la una de la otra. Pero, si lo que quieres es una cerveza que sepa a Moritz, te recomiendo una Moritz.
Siento decirlo, pero las cervezas artesanales tienen vida propia, aroma y sabor propios y sobre todo, carácter propio. No te puedo vender una Moritz embotellada con otra etiqueta, porque no existe.
Lo que me gusta de estos clientes en concreto, es que se dejan asesorar y acaban por descubrir cervezas que no hubieran probado porque no se parecen en nada a lo que en un principio tenían en mente. La mayoría quedan contentos. Alguno hay que la elección no le ha convencido, pero ha vuelto a por otra, porque entiende que esto es un mundo enorme y hay que darle gusto al paladar con otras opciones más exclusivas (comparadas con una Moritz, se entiende).
El otro cliente, el que me pide una cerveza de sabe Dios dónde y con no se que nombre. Me desmontan, porque tengo una buena selección diversificada en estilos, pero ellos quieren esa en concreto que no tengo. Eso sí, son un reto. Ya me han pedido siete cervezas poco convencionales y he encontrado solución para 5 de ellas. Las otras dos son un caso difícil de solventar.
En resumen: estoy contento con vuestro interés por mi tienda, por vuestro interés en ver si tengo o no tengo una concreta y en general por vuestras preguntas. Empiezo contento porque veo que hay interés, y porque me hacéis muy feliz.
Muchas gracias.
Llevo ya dos semanas en esta aventura. No he escrito nada desde la anterior entrada por el simple hecho de que no he tenido demasiado tiempo.
Estoy contento. Hemos empezado con buen pie. La gente esta aceptando bien mi presencia y con cierta satisfacción por parte de ambos: Ellos (osease mismamente, vosotros) quieren cerveza, y yo la vendo.
He de decir, pero, que no todo son sonrisas. Siempre están los típicos clientes que entran y me piden "algo como tal o pascual..." o "una cerveza de tal sitio que no se como se llama". Ojo, no me molesta, pero me dejan sin palabras, porque no tengo ni idea de a qué se refieren. Por poner un ejemplo: A un cliente le gustan las cervezas "cómo la Moritz". Vamos por un camino de piedras con una bicicleta de ruedas cuadradas. ¿Qué es "cómo la Moritz"? Hay varios términos para definirla: Amargo ligero, lager, con poco carbónico, rubia...
Con estos términos te puedo vender una cosa u otra completamente distintas la una de la otra. Pero, si lo que quieres es una cerveza que sepa a Moritz, te recomiendo una Moritz.
Siento decirlo, pero las cervezas artesanales tienen vida propia, aroma y sabor propios y sobre todo, carácter propio. No te puedo vender una Moritz embotellada con otra etiqueta, porque no existe.
Lo que me gusta de estos clientes en concreto, es que se dejan asesorar y acaban por descubrir cervezas que no hubieran probado porque no se parecen en nada a lo que en un principio tenían en mente. La mayoría quedan contentos. Alguno hay que la elección no le ha convencido, pero ha vuelto a por otra, porque entiende que esto es un mundo enorme y hay que darle gusto al paladar con otras opciones más exclusivas (comparadas con una Moritz, se entiende).
El otro cliente, el que me pide una cerveza de sabe Dios dónde y con no se que nombre. Me desmontan, porque tengo una buena selección diversificada en estilos, pero ellos quieren esa en concreto que no tengo. Eso sí, son un reto. Ya me han pedido siete cervezas poco convencionales y he encontrado solución para 5 de ellas. Las otras dos son un caso difícil de solventar.
En resumen: estoy contento con vuestro interés por mi tienda, por vuestro interés en ver si tengo o no tengo una concreta y en general por vuestras preguntas. Empiezo contento porque veo que hay interés, y porque me hacéis muy feliz.
Muchas gracias.
sábado, 29 de junio de 2013
Inauguración de Birra Birrae, ya pasó, ya pasó...
Queridos todos,
Esta entrada es para comentar que pese a todos mis esfuerzos por vivir de mi mujer de por vida, he tenido que verme abocado a abrir de una vez por todas la tienda.
La inauguración ha sido este viernes 28, y puedo decir sin dudas que el éxito ha sido rotundo.
Además de venir amigos, amigos de amigos, amigos de mis padres, familiares y amigos de estos, y gente que hacía tiempo no veía, participaron personas muy diversas del barrio que se alegraron mucho de tenerme allí de vecino.
He de especificar, que el éxito es mesurable, porque la inmensa mayoría de compras fueron de gente que pasaba de casualidad por allí, vecinos, etc.
He tenido una muy buena acogida en el barrio, cosa positiva, porque sin buenos vecinos, mal negocio.
Para alegrar la tarde, aparte de darle alegría al cuerpo con mi mera presencia, y para que la gente no se quedara con ganas, pusimos un poco de picoteo variado y un tirador, solo para la ocasión, de una excelente dunkleweiss artesanal catalana: Glops Fosca de blat. Por lo que parece, a la gente le gusto mucho, porque no dejaban de decirme "coño, que buena está", familia, amigos y extraños.
Los nervios del directo me jugaron alguna mala pasada. Por ejemplo, dejar colgada a la primera clienta en el mostrador con las cervezas y sin una triste bolsa para llevárselas, pasar olímpicamente (estilo libre) de algún amigo que como buena persona quería colaborar con una compra para atender a otra persona...
Esta foto muestra la velocidad a la que pasó todo: Muy rápido. Apenas tengo recuerdos de haber parado un momento.
Como me dijo la chica que dejé sin bolsa, son errores perdonables porque es el primer día. Espero no tener tantos problemas de coordinación a partir de la semana que viene, que ya empezaré a tomármelo en serio.
No quiero decir que no me lo tomara en serio ayer, u hoy... simplemente estoy todavía en una nube, flotando y preguntándome: ¿En serio? ¿Pero tu estas seguro de lo que estas haciendo? Que por mucho que te guste, es un trabajo, y mira que el trabajo, a la larga, mata.
En fin... No se qué más comentaros, excepto que estoy muerto. Lo que decía... el trabajo, mata. A mí, a la corta.
Gracias por leerme, estimados amigos, conocidos y extraños. Pasad un buen fin de semana y no hagáis nada que no haría yo (dejo muy pocas cosas en el cajón de los tabús, así que, allá vosotros).
Esta entrada es para comentar que pese a todos mis esfuerzos por vivir de mi mujer de por vida, he tenido que verme abocado a abrir de una vez por todas la tienda.
La inauguración ha sido este viernes 28, y puedo decir sin dudas que el éxito ha sido rotundo.
Además de venir amigos, amigos de amigos, amigos de mis padres, familiares y amigos de estos, y gente que hacía tiempo no veía, participaron personas muy diversas del barrio que se alegraron mucho de tenerme allí de vecino.
He de especificar, que el éxito es mesurable, porque la inmensa mayoría de compras fueron de gente que pasaba de casualidad por allí, vecinos, etc.
He tenido una muy buena acogida en el barrio, cosa positiva, porque sin buenos vecinos, mal negocio.
Para alegrar la tarde, aparte de darle alegría al cuerpo con mi mera presencia, y para que la gente no se quedara con ganas, pusimos un poco de picoteo variado y un tirador, solo para la ocasión, de una excelente dunkleweiss artesanal catalana: Glops Fosca de blat. Por lo que parece, a la gente le gusto mucho, porque no dejaban de decirme "coño, que buena está", familia, amigos y extraños.
Los nervios del directo me jugaron alguna mala pasada. Por ejemplo, dejar colgada a la primera clienta en el mostrador con las cervezas y sin una triste bolsa para llevárselas, pasar olímpicamente (estilo libre) de algún amigo que como buena persona quería colaborar con una compra para atender a otra persona...
Esta foto muestra la velocidad a la que pasó todo: Muy rápido. Apenas tengo recuerdos de haber parado un momento.
Como me dijo la chica que dejé sin bolsa, son errores perdonables porque es el primer día. Espero no tener tantos problemas de coordinación a partir de la semana que viene, que ya empezaré a tomármelo en serio.
No quiero decir que no me lo tomara en serio ayer, u hoy... simplemente estoy todavía en una nube, flotando y preguntándome: ¿En serio? ¿Pero tu estas seguro de lo que estas haciendo? Que por mucho que te guste, es un trabajo, y mira que el trabajo, a la larga, mata.
En fin... No se qué más comentaros, excepto que estoy muerto. Lo que decía... el trabajo, mata. A mí, a la corta.
Gracias por leerme, estimados amigos, conocidos y extraños. Pasad un buen fin de semana y no hagáis nada que no haría yo (dejo muy pocas cosas en el cajón de los tabús, así que, allá vosotros).
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